Nicolás Carrillo López. Capataz de capataces
Nicolás Carrillo López. Casado con Dolores Tinoco Respeto, hija del Capataz José Tinoco Mera, sustituye a éste a su fallecimiento en mil novecientos cincuenta y cinco, por consenso familiar y asistido en su misión por sus cuñados Francisco (Paco «El Largo»), Fernando («Conino») Manuel y Antonio («El Sordo»).
Nació en la Isla el veinte de junio de mil novecientos diecisiete y trabajo en Maestranza de Marina de Guerra hasta su Jubilación prestando servicios a lo largo de su vida en distintos destinos. Sus primeros contactos con la Cuadrilla de Tinoco, fueron como cargador, por la amistad que le unía al entonces «Listero» de ella, Sr. Amores. Posteriormente, debido a sus conocimientos de lectura y escritura, ocupó este puesto al dejarlo vacante su amigo, lo que le hizo tener bastante trato y conocimiento con los hombres que formaban la Cuadrilla de su suegro.
Nicolás fue el capataz de la polémica y el contraste. Fue polémico, no por él -que era una bellísima persona y hombre honrado-, sino por las circunstancias nuevas, que en sus últimos tiempos, vivió la carga isleña. En la época de Nicolás, fue el reventón y el auge cofradiero en nuestra ciudad. Por lo que empezó a ceder procesiones a otra cuadrilla de profesionales que se había creado y que llevaba como capataz a Pedro Sánchez.
Las relaciones con esta cuadrilla siempre fueron amistosas, llegando incluso a cederse cargadores, cuando les hacía falta. Tuvo que enfrentarse con un dilema, que nadie ha tenido en la carga de la Isla.
Cuestionó entre los cargadores seguir con él o con una imagen isleña de mucho carisma popular, sus Cargadores de muchos años, e incluso del tiempo de su suegro, le fueron fieles y siguieron a su lado.
Le tocó vivir, las horas bajas de nuestra cuadrilla, las hermandades, atraídas por las ventajas económicas que les reportaba otra cuadrilla, empezaron a dejar de contratar la nuestra.
Nicolás, a causa de este trato, y en el olvido, cayo enfermo y empezó a retirarse poco a poco de su misión de capataz, siendo la salida de Misericordia del aflo ochenta y siete, la última vez que mandó a sus hombres.
Hasta su muerte, el 22 de abril de 1989, se fue apagando poco a poco, entre la nostalgia y los recuerdos que, según cuentan los íntimos, se reavivaban al llegar estas fechas.

¡La Semana Santa isleña, tiene una cuenta pendiente con su recuerdo!.
Publicado en Boletín «Medio Ganchete» de la «Cuadrilla Nicolás Carrillo». Año 1992.