Rafael O’Dogherty Ghersi. Compositor
Hoy 25 de Marzo de 2017 se conmemora el primer centenario del nacimiento de nuestro paisano Rafael O’Dogherty y desde aquí quiero manifestarlo para rendirle homenaje al hombre bueno y generoso que fue, dedicándole este breve pero sentido apunte biográfico.
Rafael Cárdenas, compositor mexicano de la segunda mitad del siglo XX
Rafael O’Dogherty Ghersi, nació en San Fernando el 25 de Marzo de 1917, siendo el séptimo hijo de los nueve que tuvieron el matrimonio formado por Salvador O’Dogherty y Luisa Ghersi, hija de Nicoló Ghersi, un comerciante italiano de la región de Liguria emigrado a Cádiz a mediados del siglo XIX. Por la rama paterna era descendiente de John O’Dogherty Browne, quien junto a sus hermanos Henry y Clinton-Dillon habían emigrado a España desde el condado de Donegal, en el noroeste de Irlanda, estableciéndose en Cádiz en 1790.
Rafael tuvo una infancia y una adolescencia feliz, estudió en la Academia González Camoyano y cursó el bachillerato en el Instituto Columela de Cádiz, y al término del mismo se matriculó en la Facultad de Derecho, y mientras estudiaba por libre se vinculó algún tiempo a la enseñanza impartiendo clases a los alumnos de primaria de la academia con el pensamiento de dedicarse al mundo de la docencia, pero la guerra civil española truncó sus deseos. De ideas progresistas, afiliado a las juventudes republicanas, tenía 19 años cuando al comienzo de la sangrienta contienda fue detenido por las fuerzas rebeldes y enviado a la prisión de San Fernando el día 20 de Julio de 1936 donde permanecería hasta diciembre de ese mismo año que pasó a arresto domiciliario. En consejo de guerra fue condenado a pena de 8 años, conmutada a 6 años en Junio de 1940, pena que cumplió en la prisión militar de la Casería de Osio de San Fernando hasta 21 de noviembre de 1941 que quedaba en libertad. Después de una corta estancia en su ciudad natal decidió establecerse en Madrid y comenzar una nueva vida.
Muy culto, poseía una imaginación brillantísima y era un buen comunicador, por lo que le fue fácil durante su estancia en Madrid frecuentar los círculos de reunión de los compositores de copla andaluza de la época, (Quintero, León, Quiroga, Ochaíta, Valerio, Solano, etc.), con los que llegó a tener una gran amistad a raíz de producir su primer espectáculo. Le apasionaba el mundillo musical pero no era músico profesional. Su vinculación al mundo del espectáculo nace cuando descubre a Paquita Rico, que por entonces contaba con 17 años, y la lanza al mundo de las por aquel entonces ”nacientes folclóricas” (Lola Flores, Carmen Sevilla, etc.) produciendo el espectáculo “TRIANA” con el que la hizo debutar con bastante éxito en el Teatro Reina Victoria de Madrid el día 6 de Diciembre de 1946. Con ella viviría una relación tormentosa que acabaría distanciándolos de forma que nunca más volverían a coincidir.
Mientras a ella, Florián Rey la introduce en el mundo del cine, y en 1948 rueda bajo la dirección de éste su primera película “Brindis a Manolete”, (que inmediatamente le otorga gran popularidad y el inicio de una brillante carrera en el cine y en la escena), Rafael sigue sufriendo la sistemática represión que las autoridades franquistas continuaban ejerciendo sobre los partidarios del bando republicano y en general contra quienes no estaban de acuerdo con la existencia de la dictadura impuesta. Por todo ello, harto de sufrir toda clase de persecución política y social, en 1950 Rafael decidió exiliarse en México y reunirse allí con su hermano Jesús que por el mismo motivo ya llevaba 11 años residiendo en la capital mexicana. Rafael entró a México por el puerto de Veracruz, donde la huella de España estaba muy arraigada, por lo que se consideraba veracruzano, “puro jarocho” y para un andaluz como Rafael encajaba perfectamente. En este momento comienza su nueva vida y nace Rafael Cárdenas.
Rafael Cárdenas era un hombre sencillo, amigo de todos, y poco amante de exhibiciones y de pasear por la feria de las vanidades; siendo una persona con buen sentido del humor y gran conocedor del alma humana. A su vasta cultura se unía una concepción muy amplia sobre todo lo que fuera arte. Según contaba él mismo en una entrevista, con muy buen humor, dijo, que estando un día en clase de física se le apareció el Arcángel San Gabriel, diciéndole que no le prestara mucha atención a la Ley de Gay-Lussac, porque él había sido designado por Dios para recorrer el mundo cantando. Así que se desentendió de las explicaciones del profesor y se puso a escribir una canción. La literatura en general, especialmente el verso y la música eran sus aficiones principales. Decía que para él la mejor virtud era saber conformarse con no tener ninguna. Para él la canción era arte y vida; síntesis maravillosa, expresión aguda, justeza, elocuencia sobria y florida. Rehuía de lo conceptuoso por antipopular, evitando las concesiones que se pudieran hacer para llenar el bolsillo a costa del mal gusto de un momento.
De su inspiración y maestría, formando tándem con el maestro Rubén Fuentes, uno de los compositores mexicanos más destacados de la segunda mitad del siglo XX, a quien admiraba, salieron bellas composiciones, que han sido versionadas por los mejores intérpretes de México e Hispanoamérica y también de España; podemos citar a Pedro Infante, Lola Beltrán, Vicente Fernández, Miguel Aceves Mejía, Trío Los Panchos, Marc Anthony, etc. Junto con el maestro Solano compuso canciones de corte español, que han sido interpretadas por Isabel Pantoja (La gente), Rocío Jurado (“Advertencia”, “Como si fuera pecado”), (“Por dinero”) y Marifé de Triana, (“Como un amor extraño”), etc.
En sus más de cincuenta años de estancia en el país azteca, Rafael Cárdenas, Miembro de la Sociedad de Autores y Compositores de México, dejó un amplio legado al rico folclore mexicano de multitud de, tangos, pasodobles, huapangos, huarachas y boleros, destacando “la vigencia que siguen teniendo sus canciones muchas décadas después de componerse”. A su muerte dejó un repertorio de más de mil canciones de las que citaremos: “La del rebozo blanco”, “La novia del torero”, “Que murmuren”, “Escándalo”, “Al derecho y al revés”, “El último aviso” “Amor se dice cantando” y un largo etc.
Rafael Cárdenas tiene sobradamente ganado el derecho a figurar por méritos propios en la galería de ilustres músicos isleños, y ahora que se cumple el centenario de su nacimiento yo lo celebro con esta breve semblanza de su obra, reivindicando su figura creadora aquí desconocida, pero con una gran presencia en el mundo hispano-mexicano de la canción. Cárdenas supo impregnar de poesía los valores más acendrados del alma humana.

San Fernando 25 de Marzo de 2017
Luis O’Dogherty García