El Restaurant Las Delicias del Pasaje estaba situado junto a la estación del ferro-carril por el lado de la población militar de San Carlos. En “aquellos tiempos”, cuando los cañaíllas acudían a la estación para presenciar la salida y llegada de los trenes de vapor y personas venturosas que se arriesgaban a viajar en este medio de transportes. El más afamado lugar donde poder tomar unas cervezas en tarros, gaseosas o cualquier coñac, crema curacao y anisete fabricados en La Isla era el Pasaje.

Las Delicias del Pasaje también estaba muy bien situado para descansar una vez realizado “el paseillo” como se le denominaba al ir y venir una y otra vez por el paseo de San Carlos, que los matrimonios dejaban correr a los niños y tomar el sol. Luego al atardecer, eran las parejas de novios que en los reservados del Restaurant se prometían amores.

La fotografía recoge una vista de Las Delicias del Pasaje quizás en una mañana tarde de domingo a la hora del almuerzo. Las berlinas de cuatro asientos están a la espera de la salida de los comensales para llevarles a sus moradas. El mayoral o cochero, recoge en mano de un traseunte un bulto, posiblemente, para dejar en cualquier otro lugar de la Isla bajo el correspondiente pago de algunos reales de pesetas.
En el paseo, sentados en los bancos de piedras algún que otro abuelo se calienta con el sol del día. Otro ,lo hace sobre la piedra ostionera que evita el paso de los carruajes por el interior del paseillo. Un militar procedente del cuartel de batallones-cuya fachada se observa-, se dirige hacia la estación en el momento de captar Cembrano la fotografía.

Se tiene noticias de la antigüedad de las Delicias del Pasaje a través de un parte emitido en 1890 por la guardia urbana.