Semana Santa

La Semana Santa – Vera Cruz – San Fernando

De la siguiente cofradía, de las que salen el Miércoles Santo, me es temible el narrarla, pues es una cofradía de carácter “universal”, y tales son sus leyendas y sus historias, y su antigüedad, que casi no se sabe a ciencia cierta nada de ella que sea verídico tangible o comprobable, lo cierto es que está ahí y se puede ver todos los años, desde… desde… ¿Cuándo?

Se trata de la Hermandad de la Vera Cruz. Esta cofradía, cuyo título completo es Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora del Mayor Dolor, nace en los años 1775 – 1784, años en que fue construida la capilla.

La tradición más antigua que se mantiene hasta nuestros días, dice que fue hallada en las aguas del mar por la
parte de la playa de entre Caño de Herrera y la de la Hacienda de Las Fadricas. Yo he comprobado, que la Hermandad del mismo nombre de nuestra capital, también data de más o menos esas Fechas y también tiene la misma forma de ser encontrada, flotando la cruz arbórea con un Cristo a ella clavado. En otras ciudades también existe esta misma leyenda con el mismo nombre dado al Crucifijo. El Cristo de la Vera Cruz.

La tradición dice que este Cristo nuestro, fue encontrado por unos obreros que por allí cerca vivían y que siempre pasaban por ese sitio para dirigirse al nuevo Arsenal de La Carraca, donde trabajaban. También dice que esos obreros la depositaron en la hacienda de las Fadricas, donde fue muy venerada y que fue tanto el ir de la gente del pueblo hacia dicha hacienda, que se pensó en construir una capilla para darle culto.

La Capilla se construyó con dinero procedente de limosnas, que dieron muchos de los obreros de La Carraca, así como por parte del pueblo de la Villa de la Real Isla de León (hoy de San Fernando). Se construyó en unos terrenos que pertenecían al Sr. D. Juan de Madariaga, quién donó el sitio y la plazoleta del Santo Cristo de la Vera cruz, que toma su nombre obviamente, del que se le dio al aparecido en la playa. Esta capilla se terminó de construir en 1784, y es la que actualmente existe en el Barrio del Cristo.

De todas formas, debo decir, que es una casualidad, que todos los crucificados aparecidos en aquellas fechas, en diferentes playas de nuestro litoral, como por ejemplo en la Barrosa en Chiclana, o en el Trocadero en Pto. Real, o en la playa de Rota, o en la de Cádiz, se le pusiera precisamente ese mismo nombre: El Cristo de la Vera Cruz, por lo que es de dudosa credibilidad esa forma de hallazgo, que además es indefinible, por ser todas de la misma creación de esa leyenda en que se basa la tradición.

La hermandad actual, viene observando las mismas reglas de cuando fue creada, y una de ellas era que no podían salir de penitente ninguna mujer, cosa que hasta ahora no se con exactitud si se sigue cumpliendo, pues después de las reformas institucionales de cada cofradía en las que se cambiaron los estatutos en ese sentido, creo que en todas pueden salir mujeres menos en esta de Vera Cruz, no lo he llegado a comprobar.

La vestimenta de esta hermandad es de las de negro, o sea, túnicas de cola y capirotes negros, fajín de esparto o abacá de color amarillo, y calzado, calcetines y guantes también negros. Esta cofradía es actualmente tan rigurosa y seria como lo era en los tiempos pasados, aunque ya el respeto del público sea el que se va perdiendo, me refiero a que antes no se permitía que nadie pasara por entre los penitentes, no se permitía que se cruzara de una acera a otra, a menos que se avisara a un jefe de Sección de que tuviera necesidad de hacerlo y en ese caso el propio Jefe de Sección lo acompañaba a cruzar. Esto hoy se está perdiendo.

 

Cristo de la Vera Cruz.2006 Capilla del Cristo viejo. Fotografía www.elguichidecarlos.com
Cristo de la Vera Cruz.2006 Capilla del Cristo viejo. Fotografía www.elguichidecarlos.com

Arriba

El robusto y único paso de misterio, que posee esta hermandad lleva además del Cristo crucificado, las imágenes siguientes: Nuestra Señora del Mayor Dolor, en una antiquísima talla de escultor desconocido.- San Juan Evangelista, también de autor desconocido.- María Magdalena.- María Salomé.- María Cleofás.- también de autor desconocido, pero que se sabe que fueron donadas a la Hermandad por un tal Sr. De
Pando y Pedrosa, allá por los años de 1890 y tantos.El momento bíblico que representan este grupo de figuras es cuando una vez muerto Jesús en la cruz, las santas mujeres María de Salomé y la de Cleofás están cosiendo un sudario, que serviría para descenderlo de la cruz, mientras San Juan ora y María la de Magdala recoge en un cáliz las gotas de sangre que aún derraman las heridas del crucificado, y su Madre María la del Mayor Dolor llora desconsoladamente.
Este betusto y grandioso paso, es de madera de caoba tallada, en estilo barroco, en sus relieves se representan escenas de la pasión, llevando en sus cuatro esquinas a los cuatro profetas: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel, que fueron hechos por el artista de San Roque D. Luís Ortega. Lleva en el frontal del respiradero tallado en madera el escudo de la hermandad, Realizado por José M. Silva, todo esto sobre una mesa y canasto realizado en los talleres sevillanos de Manuel Guzmán Bejarano.
Como dato curioso, resaltaré, ya que estoy hablando de escultores y talladores, que la Cruz de Guía, fue tallada en madera noble por un Soldado de Infantería de Marina que es escultor y se encontraba haciendo el Servicio Militar en tan glorioso Cuerpo, en 1977. Sobre ella y en la intersección de los dos brazos que componen la cruz, va una corona de espinas hecha por tres Hermanos de la Cofradía.
Así mismo diré que el paso de misterio y único es llevado todos los años por la cuadrilla de cargadores del Nazareno, y también hay que hacer mención de un dato importante y es que hay cofradías que al pasar por la Iglesia Mayor Parroquial se detiene delante de la puerta y hacen las ofrendas los componentes de la Junta de Gobierno, pues en esta Hermandad de la Vera Cruz, se da la especial circunstancia de que entra en esta Iglesia todo el cortejo completo, para volver a salir como si de su sede canónica se tratara.
Otro dato curioso es que el paso, como no cabe en altura por la puerta de la “Capilla del Cristo vieja”, tanto en la salida como en la recogida, tienen que ser desmontadas las mitades de las patas de su mesa, y plegadas mediante unos pernos que las sujetan, operación ésta que se lleva a cabo mientras que los cargadores, mantienen el paso suspendido y quieto, luego se baja el paso y las patas descansan mediante ruedas que los cargadores desde dentro y de rodillas empujan el paso hacia dentro.

Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva
Abril 2009