Para hablar de la Semana Santa de San Fernando, sé que hay que estar muy puesto, por que siempre hay quien ve fallos donde no los hay, sé que hay libros escritos por personajes más doctos que yo, y sé que hay verdaderos “forofos” de los datos. Por eso yo me voy a alejar de todo signo de tema religioso  y de todos los datos de los que se componen las hermandades y cofradías isleñas. Pienso que voy a hacer como un  programa de itinerarios de las cofradías, que se puede decir que sería ampliado de detalles, por ejemplo: cada día salen tres procesiones, yo me ceñiré a una de ellas con la ampliación de características de esa cofradía. Luego en los párrafos siguientes hablaré de otra, de las tres que salen ese día, y en los siguientes trataré de la tercera cofradía, describiéndola y exponiendo o narrando muchos detalles de su recorrido. Así haré con todos los días desde el Domingo de Ramos empezando por Borriquita, hasta el Domingo siguiente, que sale el Resucitado.

Espero que me salga bien todo este reportaje, pero si en algo fallo, ruego me disculpen, pues la mayoría de los detalles son de mis notas y apuntes que guardo desde hace mucho tiempo, aunque a veces tendré que echar mano a algunos libros, para obtener detalles más fidedignos.

DOMINGO DE RAMOS

LA SEMANA SANTA ISLEÑA, (DOMINGO DE RAMOS): “BORRIQUITA”

Empezaré por el Domingo de Ramos en el que salen tres procesiones:
A las 16.00 horas, sale de la Capilla del Colegio de los Hermanos de La Salle, la cofradía de Cristo Rey en su triunfal entrada en Jerusalén y Mª. Stma. de  la Estrella, vulgarmente conocida en casi todos los sitios por “la borriquita”.

De la Parroquia de San Servando y San Germán, a las 17.45 horas, sale El Cristo de la Humildad y Paciencia, y con paso de palio Nuestra Sra. de las Penas.

Y de la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo, a las 19.15 horas sale la cruz de guía de la cofradía de Ntro. Padre Jesús, Atado y flagelado en la columna, y en Paso de palio, Ntra. Sra. de las Lágrimas.

Comenzaré describiendo la primera de las citadas cofradías, que como se puede apreciar es la más temprana de las tres por salir a las cuatro de la tarde, por eso es muy bien acogida por el público, que llena el sector de Calle Real comprendido desde la esquina de la Calle Héroes del Baleares Hasta la Plaza del Rey.

Lo primero que ocurre es la llegada de las bandas de música, que al son de una marcha al paso ordinario, irrumpen abriéndose paso por el centro de la Calle Real, que en ese sitio cercano al dintel de la puerta de la Capilla del Colegio de la Salle, es dificilísimo el poder andar al ritmo de los tambores, para en llegando a la esquina de la Calle Héroes. del Baleares, dan media vuelta y se ponen con la cabeza de la formación mirando hacia dirección Plaza del Rey, donde ya en esa situación, acaban su marcha y se restablece el silencio, no sin antes llevarse el primer aplauso del público que parece estar ávido de Semana Santa.
Varias Bandas según el año, han sacado a la calle a esta Cofradía, Bandas de Música y Agrupaciones Musicales, de eso ya hablaré más largo y tendido, pero ciñéndonos a estos últimos años, decir que la Agrupación Musical Virgen de la Oliva de Vejer, acompañando al paso de misterio,  y la Banda de Música de la Academia de la Hermandad del Nazareno, de San Fernando,  tocándole al paso de palio, es lo que se dice una buena elección.

Otros años, la Banda que llegaba, era la de Música de Puerto Real, Pedro Álvarez Hidalgo, de esta última hay que observar un detalle muy curioso, y es que como vienen desde Puerto. Real, el autobús que los transporta los deja en la C/ San Marcos, a la altura de la C/ Barceló, que es la que comunica con Héroes del Baleares, y es allí en la parte más baja de la misma, donde se forma la Banda, una vez ya formada y antes de tocar “de frente”, el director grita ¡¡¡ viva Don Pedro!!! A cuya voz responden todos ¡¡¡viva!!!  Y a esa voz, tocando una marcha al “paso ordinario”, enfilan la calle Héroes del Baleares hacia arriba, con objeto de pasar a ocupar su puesto para la salida de la procesión.

A las cuatro en punto de la tarde, se abren las dos puertas grandísimas de la capilla del colegio y aparece a la vista del público la cruz de guía, esa gran cruz de alpaca plateada y troquelada a cincel, que la porta un penitente alto y fuerte, acompañado de otros dos que llevan bocinas, y a su vez, este trío va escoltado por otros dos de igual porte, uno a cada lado, que se irán relevando el peso entre los tres a lo largo del recorrido.

También acompañan a estos portadores dos penitentes con farol uno a cada lado de lo que se irán formando las dos filas de penitentes, que componen la primera sección, que en este caso los componentes no son de los de capirote, sino que son niños y niñas vestidos de hebreos, y portan hojas de palmas nuevas y doradas, que por estaturas de menor a mayor, van en dos filas organizados en dos o tres secciones, controlados estos niños por componentes de la Junta del Grupo Joven.

A continuación van las secciones de los de capirote, que van con túnica blanca y capirote azul, llevando en la cintura un cíngulo de cordones blanco y azul, portan un cirio de los de apoyar en el suelo. Los componentes de la Junta de Gobierno y los Hermanos Jefes de Sección llevan además una capa azul y en la mano una pértiga, en cuyo extremo superior lleva el emblema de la cofradía.

Después de la salida de todos los penitentes de fila, sale la Junta de Gobierno, con el Capellán o Director Espiritual, que también es así llamado. A continuación, se produce lo que siempre se llama “la primera levantá” donde se pone el paso “en carrera”, que solo se trata de acercar el paso a la salida. La primera levantá siempre la toca alguien que es previamente nombrado por la junta por ser merecedor de ese honor.

Acto seguido, se descansa el paso en el suelo, en el dintel, para ya a las órdenes del Capataz y al toque del Mayordomo se produce la segunda levantá, que es ya la definitiva y la que a los sones del himno nacional, se mece el paso, que acaba de salir rozando, sin tocar los bastidores de la puerta, hábilmente guiados por las voces de mando del Capataz.

Cuando el paso de misterio se ha alejado algo, de la puerta, en dirección a su recorrido, salen los penitentes de las secciones de la Virgen, que de igual modo que se hizo con el paso del Cristo, también se hace con el paso de palio, siendo muy aplaudido por el público que contempla las evoluciones de la primera cofradía que sale a las calles isleñas.

El grupo escultórico que compone el paso de misterio, está formado por las siguientes figuras: San Juan Evangelista, San Andrés, San Pedro, que lleva en su mano izquierda la cuerda que tira de la borriquita donde va sentado Jesús, un anciano, un niño y una mujer hebrea que muestra a su hijo en brazos, a Jesús.

Todas estas figuras representan el momento en que Jesús entra triunfal en Jerusalén, y lo hace como un Rey, pero con la demostración de humildad de ir a lomos de una burrita, en lugar de cabalgar en un brioso caballo. En el paso de palio va Ntra. Sra. de la Estrella, que va como una Dolorosa Madre, que sabe lo que le espera sufrir por su Hijo.

Del recorrido que hace esta cofradía por su corto itinerario, debido a que lleva muchos niños en sus filas, se pueden destacar varios lugares donde mejor luce, pero quizás lo más hermoso y emocionante de todo su recorrido es el transcurrir de la procesión por la zona llamada «las siete revueltas», cuyas calles desde que se entra por Tomás del Valle, para recorrer las C/ Pece Casa, Bravo, Lanuza, hasta salir por Héroes del Baleares, cuyos vecinos suelen adornar todo ese recorrido con palmas, ramas de olivo, flores de diferentes tipos y colores, en diferentes sitios, o ponen altares bellamente decorados en el interior de las casas que se ven a través de los cierros, también ponen banderas, colgaduras, reposteros, y otros tipos de adornos que suelen variar cada año.

Y con las calles mencionadas, así decoradas, entra el público hasta no caber más nadie y como todos no caben hay que darse la vuelta y dirigirse a la C/ Héroes. del Baleares, que con los que vienen directamente a esta calle y los que se vuelven de las siete revueltas, se forma un núcleo de espectadores de alrededor de 1000 o 1500 personas… por lo menos.

Y…. ¿qué ocurre en el recorrido de las siete revueltas? Pues… no sé… es difícil saberlo, puesto que en cada revuelta ocurren cosas distintas… habría que ir durante 7 años seguidos y colocarse en una de las revueltas cada año, y aún así, no se llegaría a saber nunca, pues distinto cada año. Solo aquellas personas que son asiduas desde hace muchos años pueden decir algo de lo que allí acontece, pues es estando allí donde uno/a se medio entera de todo lo que ocurre, y es allí donde siempre hay quién comenta: “po el año pasao estuvo mas bonito” “pal año que viene me voy a poné más arriba”.

Y es que en ese sitio sucede tal cúmulo, de tantas cosas, que hay que ir allí mientras la cruz de guía se encuentra aún en la carrera oficial, y coger sitio, y tomar algo de comer “pa cogé fuerza” y aguantar el tirón allí de pié, por lo menos tres horas, pues la cofradía tarda en pasar por allí alrededor de hora y media a dos horas, más lo que tarde en llegar desde la carrera oficial… como pueden ver hay que estar allí para saber todo lo que ocurre. Yo voy a tratar de resumir algo y algo voy a decir: Se cantan miles de saetas, el paso anda para atrás más que para delante, y para no molestar a los saeteros, se mueve sin música, solo se oye ¡¡¡Quieto!!! ,… vámonos.

Y es que lo que ocurre aquí, no ocurre en ningún sitio, en otros como Huelva, Sevilla, Málaga, o Cádiz, o Jerez, sucederán también cosas por el estilo, pero lo nuestro es lo nuestro, y una de las cosas que justifican lo nuestro es el estilo de carga, ese estilo que solo aquí tenemos y que no debe “sevillanizarse”, el estilo de carga sevillano es muy bonito, pero en Sevilla, o donde no haya un estilo propio, como en Cádiz que también tiene su propio estilo, en Cádiz, como aquí, se le llama cargador a todo los que llevan los pasos, en otros sitios se les denomina, porteadores y en la mayoría de los sitios, costaleros. Y ya que estoy hablando de ese tema, voy a extenderme un poco más.

La gran mayoría de los pasos, llevan los palos de cabeza a cola tanto si se ven, caso de los de Algeciras, Málaga o Cartagena, por citar algunos ejemplos, como los que no se ven por ir debajo del canasto, como es en la mayoría de los sitos: Sevilla, Jerez, Puerto de Sta. María, etc., etc.

Pero hablemos de nuestros pasos, los palos están dispuestos de banda a banda debajo también del canasto, por lo que el cargador se sitúa en su sitio, debajo de su palo, donde lía la “la almoá” y con eso no notará tanto la dureza del mismo palo. Al contrario del costalero que carga con la “morcilla”, los pasos se suelen cargar a hombro, pero en el caso de los nuestros se cargan con el morrillo o lomo, justo donde termina el cuello y empieza la espalda.

En cada palo se sitúan entre cinco y seis cargadores, los pasos suelen llevar según su peso y si se lo permite el largo (medida entre cabeza y cola) y el ancho (de banda a banda) unos cinco, seis, o siete palos, por lo que si se sabe el nº de palos de un paso, se sabe también el nº de cargadores que van debajo.

Tenemos en nuestro estilo de carga dos formas de hacerlo: Por Derecho y a Medio Ganchete.“Cargar por derecho”, es lo más conocido y la forma más sencilla de cargar, consiste en que situado el cargador bajo su almohada, en su sitio del palo, y en posición de efectuar una levantá, sus brazos están extendidos hacia el palo de delante agarrándolo fuertemente y el lomo debajo del palo ajustando el esfuerzo hasta que se oye el tercer toque y es en ese momento, cuando todos a una, elevan el paso por el aire recibiéndolo con el cuello, para empezar a caminar al ritmo del tambor.

La modalidad de “a medio ganchete” solo se utiliza cuando hay que meter más gente debajo de los palos, por lo que en un paso que pese más de lo normal se pueden meter hasta 8 hombres en un palo donde normalmente irían 6, también se usa esta forma de carga para que con un paso normal se pueda mecer mejor y con menos esfuerzo. En esta forma, los cargadores van de lado en el palo, de manera que se deja caer el peso desde el cuello al hombro, Esta modalidad de carga era muy utilizada por la cuadrilla de cargadores de Nicolás Carrillo, uno de los mejores Capataces que jamás hayan existido, Hoy está cayendo en el desuso.

2005 Virgen de la Estrella borriquita

Antes, he nombrado una palabra, que a todos los más o menos aficionados, a estos temas, les suena bastante y saben perfectamente lo que es, me refiero a la “levantá”, esta palabra es una de tantas del “Vocabulario Cofradiero”, y define el momento, o la acción, de escuchar los cargadores el tercer toque de llamador , o martillo, o campana, y elevar, todos a una, de un solo tirón, el paso por el aire, hasta recibirlo en sus cuellos, aunque hay la modalidad, también, de subirlo poco a poco, hasta mantener estirados los cuerpos – a pulso -.

La secuencia a seguir en una levantá sería como sigue: Estando el paso descansando sus patas en el suelo, y siempre los cargadores dispuestos, se acerca el Mayordomo de la cofradía, al paso, y da un solo golpe de llamador, con este sonido los cargadores se sitúan con el cuello en su sitio bajo la “almoá” , se corrigen las posturas, y se espera al siguiente toque, ¡tac! . En este segundo toque, el hombre que dirige desde dentro a la voz, – “el que lleva la voz” en cabeza, – primer palo – advierte al resto de la cuadrilla, “señores… que van dos” y antes de dar el tercer toque, el Mayordomo pregunta a “la voz”: ¿”estamos listos Manolo”? y la voz, – Manolo-, dirigiéndose a su cuadrilla, pero más especialmente, al de la voz en cola, repite ¿“¡cola estamos!”? , ¡Estamos Manolo! Le contesta el de la voz en cola, y seguidamente, Manolo, dirigiéndose al Mayordomo, la dice: ¡cuando quiera … toca! , Entonces el Mayordomo: ¡tac! da el tercer toque, elevándose así el paso, momento en que comienza a sonar los tambores y el paso se pone en marcha, hasta la siguiente parada.

Cuando hay que descansar el paso sobre sus patas, y hacer una parada, se obra casi igual: el Mayordomo que siempre va atento a las evoluciones y correcciones del paso, que se mueve dirigido por el Capataz, y siempre están en contacto, se dirige al respiradero y da un toque de llamador, ¡tac! En seguida el de la voz repite ¡van una! ¡quieto! El paso se mece en el sitio. Seguidamente viene el segundo toque, ¡tac! Ocurre lo mismo, y al tercer toque, el paso es bajado lentamente sin que suenen las patas en el suelo, es lo que llaman “fondo”.

El paso suele hacer fondo por diferentes motivos: en primer lugar, por el descanso de uno o dos minutos de los cargadores, – en segundo lugar, por parada obligatoria, por no poder la cofradía avanzar por algún problema de la calle, en tercer lugar por renovación y relevos de los cargadores, o también cuando se hace un “refrigerio”, o cuando hay que bajar los cuerpos, por tener que pasar por debajo de un tendido de cables, cuyas maniobras son dirigidas por el Capataz.

Hay otra palabra en la terminología del mundo de la carga, que define la distancia y evoluciones de un paso desde una levantá al próximo fondo, es la “trepá”, que en la terminología sevillana sería chicotá .

En San Fernando nació hace algunos años, una asociación de cargadores isleños que le pusieron por nombre “La Chicotá” , Pronto cambió el nombre por “La Trepá”, ¿por algo sería no?…. bien, esto lo cuento a modo de anécdota.

Hay otro término muy empleado por todo el mundo cofrade y que encierra todo un compendio de cosas que se suceden en el momento que una procesión llega de vuelta a su templo: cuando va “de recogía”; “La Recogía” : Esta palabra, sirve para expresar uno de los momentos claves de una procesión, por ejemplo, cuando se dice – este año, la recogía del Huerto ha estado mejor que en el año pasado – no solo se está tratando de decir que la operación de meterse, (recogerse) los pasos en la Iglesia ha sido este año mejor, porque como entran los pasos más o menos, es siempre igual, sino que se trata de todo lo que transcurre desde que aparece la cruz de guía y se encuentra las puertas abiertas o cerradas , o que una vez llegado el paso de misterio a dichas puertas se comporta este año mejor o peor que el anterior, si se da la vuelta meciéndose lentamente o más rápidamente, o si se acaba pronto ese mecío de la llegada , o por el contrario, este año ha durado más. Pero aún hay más, es también cuando a la llegada del paso de palio se levanta el del misterio y lo mecen hasta llegar la Virgen a su altura y así se van meciendo los dos pasos a una misma vez y escuchando una misma banda para los dos mecíos . Es también el tiempo que duren esos dos mecíos, es también el tiempo que tarde el paso de la Virgen en dar la vuelta y ponerse cara al pueblo, es también el tiempo que dure ese mecío de la Virgen hasta que se termina de recoger, y es también la pieza musical que se le esté tocando, es como se dan la vuelta a los cuerpos para enfilar el dintel de entrada, es también el tiempo que se tarde en pasar el dintel, si dan “patrás” y “palante” o no, en fin es tantas cosas, que conviene estar allí, y no, que te lo cuenten. Hay que ver una recogía.

Bueno … estábamos, antes de hablar de la carga, en el recinto de las siete revueltas, en este sitio formado por un grupo de calles unas muy cortas y otras algo más largas, en donde es recomendable ver el transcurrir de estos dos pasos, primero por la acogida del público en general y también por los propios vecinos de esas casas, donde se agolpan un gran número de gentes en las azoteas, y donde esas dos improvisadas tribunas, las del nivel de la calle, y las del nivel de las cornisas y los pretiles, se dedican a vitorear y decirles piropos tanto a las imágenes como a los cargadores, o a los saeteros y saeteras que allí se dan cita para de cualquier rincón o casapuerta se arranca a cantar y a lo mejor al lado de ellos estás tú y te arranca el alma y te asfixia el nudo de la garganta que el ole hasta te sale de tu garganta deformado por la emoción, y de pronto una lluvia de pétalos cae del cielo, y tú te olvidas de que estás en la calle y tu mente te transporta a los años aquellos y te crees que estás en Jerusalén y te lo crees tanto, que no quieres que se vaya el paso de tu lado y la gente se pone delante del paso y el paso anda para atrás, como cumpliéndose tus deseos y llegas a emborracharte de ver que todo el mundo está ahí igual que tú y al cabo de algún tiempo que se te hace cortísimo el paso continúa su marcha para que suceda lo mismo en otra revuelta o quizás ocurra otras cosas … pero que tú con lo que has vivido en tu revuelta, te conformas, pero todo esto no termina ahí, pues aún queda el paso de la Virgen, ¿Qué ocurrirá? … pues hay que estar allí para saberlo….

Cuando ha terminado de pasar la banda que acompaña a la Virgen, el público, unos con lágrimas en los ojos, otros/as con la garganta dolorida por lo del nudo, parece que yendo hacia atrás y saliendo a la C/Tomás del Valle, por donde corre un aire fresquito procedente del Zaporito, que hace que te despiertes de ese sueño que has padecido en las Siete Revueltas.

Y digo que hay que salir por Tomás del Valle, porque mientras ocurría esto, la C/ Héroes del Baleares está imposible de alcanzar, pues ya la cruz de guía se encuentra en mitad de la dicha calle para salir a la C/ Real y torcer para su recogía en la Capilla del Colegio de la Salle.

La recogía de esta hermandad, aunque es emocionante y espectacular, no tiene algunas veces la cantidad de gente de decir un lleno absoluto, pero están los que son, sus incondicionales, porque naturalmente, el resto de la gente está repartida ya, por la Carrera Oficial y por las calles de recorridos, para ver las otras dos procesiones que quedan todavía por ver.

Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva
Abril 2009