La Semana Santa – La Caridad
En este mismo día, el Martes Santo, a las 19,00 horas, de la Parroquia Castrense de San Francisco de Asís, sale a la calle la Cruz de Guía de la Hermandad de la Caridad, detrás todo un cortejo de largas filas de penitentes, que visten túnicas negras, fajín y capirotes blancos, los hermanos de filas llevan cola y los de la Junta de Gobierno y Jefes de Sección usan capa de raso blancas.
Hablemos ahora de La Caridad. En otras poblaciones, existen grupos escultóricos parecidos a este que son llamados de las Angustias o de la Piedad, en Cartagena La Caridad, todas representan, el momento bíblico, en el que Jesús es descendido de la cruz, para llevarlo en parihuela, a su Santo Sepulcro, pero su madre, la angustiada madre, la piadosa madre, sostiene en su regazo al cuerpo sin vida de su Hijo, por un momento, como si despedirse de Él quisiera.
El conjunto escultórico del paso del misterio, lo componen La Virgen, sentada y con su hijo a sus pies sentado en tierra y recostado sobre sus rodillas, el brazo izquierdo de la Madre está sujetando la cabeza de su hijo ya muerto, y que cuelga un poco hacia abajo, Ella muestra su resignación con dulce y leve mirada hacia el cielo elevando algo su rostro hacia arriba.
Detrás de estas imágenes, figura una cruz arbórea, y dos escaleras apoyadas una en cada brazo de la cruz, de la cual pende una tira de tela blanca que había servido para descolgar el cadáver de Jesús.
Esta Cofradía, se pudiera considerar cartagenera-isleña, sobre todo en sus comienzos, cuando fue fundada por un grupo de funcionarios del arsenal militar de La Carraca en el año 1942. Este grupo de cartageneros veneraban a su Patrona La Virgen de la Caridad, una figura que se parece enormemente a su original Cartagenera, y que ellos habían encontrado en un altar de la antigua y franciscana Iglesia de San Francisco de Asís de San Fernando, pero como quisieran fundar una Hermandad, para sacar en procesión a su Virgen, se pusieron en contacto con el escultor isleño Antonio Bey Olvera, y le encargaron un grupo escultórico que se pareciera lo más posible a la figura de La Caridad Cartagenera, no se si sacó el mismo parecido, pero creó unas imágenes bellísimas, que gustaron a los componentes de la primera Junta pro cultos, que ya se había formalizado.
La primera salida procesional se realizó al año siguiente, en 1943, ya con las nuevas imágenes salidas de las gubias y cinceles de Antonio Bey y lo hizo en un paso de orfebrería plateado que ha durado hasta hace dos años, cuyo paso ha sido sustituido por uno de la nueva ola de pasos de madera para tallar y dorar o barnizar. Concretamente, este nuevo paso, parece ser que irá plateado.
Uno de los momentos álgidos de la Semana Santa Isleña, es sin duda la salida de esta hermandad, por las puertas de la Iglesia de San Francisco, pues es esperada ansiosamente por millares de personas, ya sean de aquí o forastera, sobre todo de cartageneros que por razones laborales se encuentran aquí destinados.

Pero es el personal de aquí el que la espera siempre a su paso por las calles de las siete revueltas, que si lo narrado para la Borriquita, es ya bastante, para esta cofradía se multiplican por cuatro los momentos de emoción, que hacen que la cofradía tarde en pasar como una hora más o menos, por este recinto tan típicamente adornada desde el Domingo de Ramos.
La hermandad tiene muchos momentos cumbres, pero quizás sea la subida de la Calle Comedias, ya de regreso a su templo, uno de los más fervorosos para saeteros, que con sus oraciones cantadas hacen que el paso se eleve como si llevara alas, subiendo así esta empinada calle mecido el paso por sus cargadores de la JCC, que le da ese sabor isleño cañaílla, con esos quietos y vámonos, en una calle que desde que se inicia en la de San Marcos, sube a la C/ Real, y digo sube por que a la calle solo le faltan escalones para poder andarla.
Y ya asomado el paso a la calle real, se detiene la procesión unos minutos para el descanso de los cargadores por el sobrehumano esfuerzo realizado, pero es que a partir de ahí hasta la recogida, estos hombres llevaran a su Caridad en volandas hasta que después de ser mecido durante bastantes minutos, delante de la puerta de su templo, por fin se mete para dentro y se cierran las puertas hasta el año siguiente.
Ahora, y dentro del mismo día del Martes Santo, -una incongruencia cronológica- la salida de la Hermandad del huerto, pero lo de la incongruencia no va por esta cofradía que cronológicamente tendría que haber salido de las primeras, porque si sale en este día, todavía hay otro error cronológico peor, me refiero a la de La Caridad que tendría que ser de las últimas, incluso debería salir el día del Santo entierro.
Pero dejando estos detalles, sigamos con la narración habitual, corresponde ahora hablar del Huerto, que es así como el vulgo la llama, para no tener que decir tantas palabras como componen su titulación.
Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva
Abril 2009