La Semana Santa, Desamparados – San Fernando

A las 18,45 horas, (18,30 este año, creo) sale de la Histórica capilla de San José, hoy de los Desamparados la Venerable y Gremial de Sanidad, Hermandad de Caridad, y Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Sangre, María Santísima de los Desamparados y Patriarca Bendito Sr. San José, en resumen…

Desamparados, como es conocida por el vulgo.

Pero antes de hablar algo sobre esta cofradía, creo conveniente explicar un poco sobre el porqué de ser Gremial de Sanidad.

Desde siempre, hubo en La Isla de León una predisposición a crear una hermandad dedicada a la sanidad, algo, que aunque se reunieron en diferentes épocas, diferentes asociaciones, del gremio, nunca cuajó, de aquella archicofradía de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, que se estableció en la Capilla del Auditor, en la calle de Isaac Peral, a la primera que se supo que se había creado y que fue en la sede parroquial de la Divina Pastora, y que estuvo bajo la advocación de los santos Cosme y Damián, pero que tampoco prosperó, aunque fue formada por un grupo de profesionales, que según sus reglas debían curar a los pobres.

Hay que hacer mención también que ya algunas antiguas cofradías, isleñas, tenían en sus reglas, artículos dedicados a la atención sanitaria de la gente pobre, que como ejemplos citaré a las de Jesús Nazareno, Santo entierro, Soledad, o Expiración, entre otras.

Pero hablemos algo de la imagen, que por excelencia, se le atribuye la advocación de Patrona de la Sanidad, y de cómo llegó a San Fernando.

Pues resulta que ya en el siglo XV había en la Isla griega de Creta, una imagen de una Sra. que la iglesia veneraba como patrona de los enfermos, especialmente era también acreedora de la devoción popular, pues se le reconocen varios casos de curaciones milagrosas. Pero en 1453 y durante la guerra con los turcos que entraron en Grecia arrasando con todo y sobre todo con los templos religiosos, un mercader que hacía viajes a varios sitios entre ellos a España, cogió aquella efigie y la embarcó, con idea de salvarla de la barbarie turca, llevándola a la Iglesia de San Mateo, de Roma. En el año 1866, es trasladada a la Iglesia de San Alfonso, fundándose desde 1871, la archicofradía de la Sanidad, bajo la advocación de la que fue nombrada la Virgen del Perpetuo Socorro, como Patrona del gremio del la Sanidad.

Desde entonces se la hicieron varias pinturas y litografías que fueron esparcidas por toda Europa, llegando una de esas copias en un magnífico cuadro a la entonces Capilla de La Asunción, también conocida por Capilla del Auditor sita en la Calle Isaac Peral de nuestra Ciudad, de San Fernando. En el año 1900 se le hizo un altar a una figura que representaba a la Virgen del Perpetuo Socorro poniendo a un lado el cuadro que la representaba y al otro, un cuadro con la efigie de San Alfonso María de Ligorio, erigiéndose allí canónicamente la citada Archicofradía.

Cristo de la Muerte, Desamparados San Fernando

Estos datos que no parecen tener mucho que ver con la actual cofradía de los Desamparados, justifican al menos, el porque de la actual reverencia que ostenta esta hermandad a dicha Figura de la que es adoptada también por ellos, como patrona de la dicha gremial hermandad.

Pero los datos históricos no paran aquí, pues tengo que dar otros referentes al hospital de San José, a la que siempre perteneció la capilla del mismo nombre, hoy mal llamada, en mi modesta opinión, Capilla de los Desamparados, puesto que va a costar mucho esfuerzo que la gente le llame como actualmente se vine denominando.

El viejo y muy antiguo Hospital de San José, nace por perder su utilización otro que había, llamado Hospital de transeúntes, mendigos y menesterosos, el Hospital de Ntra. Sra. del Pópulo, debido a la separación del pueblo, de la tutela gaditana allá por los años 1766, y crecimiento popular además de coincidir con el traslado del Departamento Marítimo de la Armada a esta ciudad, se construye el nuevo hospital de San José fundado por el obispo Tomás del Valle, quién mandó una misiva a Carlos III en la que exponía la absoluta demanda de un centro de acogida de mendigos y ciudadanos pobres que no tenían donde acudir en sus últimos suspiros, efectuándolos en la mayoría de los casos, entre tunares y pitas de los caminos de las afueras de la ciudad.

La construcción de este hospital comenzó en el año 1768, tomando el nombre del patrón de la ciudad que entonces y en el primer cabildo celebrado por el nuevo ayuntamiento isleño, acordó ser el patriarca Señor San José, dando muestra de buen funcionamiento, estas dependencias en la epidemia de fiebre amarilla que azotó la villa en 1800, así como en 1810 al 1812, cuando la ciudad fue sitiada por los franceses. Más tarde, en 1863, el Obispo fray Félix de Arriete encargó la dirección y funcionamiento del Hospital a las Hermanas Carmelitas de la Caridad, cuando se establecieron en La Villa, y cuando años más tarde, dejó de ser hospital para convertirse en asilo de personas de edad avanzada, bajo la tutela de las hijas de Santa Joaquina de Vedruna, que en la actualidad aún persisten en una construcción moderna más abajo en la calle Tomás del Valle. Esta nueva edificación, fue inaugurada en 1984, efectuándose el cierre del antiguo edificio de la plaza de San José en cuyo lateral izquierdo estaba situada la capilla, que con la creación de la joven hermandad de los Desamparados, sigue en funcionamiento desde el año 1985.

Y de allí sale desde entonces esta cofradía. La historia es mucho más larga pero he relatado un resumen que da a conocer el porqué estas dependencias son usadas por la Hermandad.

Virgen de los Desamparados, San Fernando

La historia de esta joven hermandad es muy corta, pues data de su fundación en el año 1985, aunque se gestó en 1983, por un grupo de profesionales del gremio de la sanidad, hasta que en diciembre del mismo año, es bendecida la imagen de la Virgen de los Desamparados, que en sus comienzos procesionaba una imagen de la Virgen en la advocación de Ntra. Sra. de la Merced, una imagen que fue cedida por la Iglesia Mayor Parroquial, y que tuvo que ser adaptada para ser convertida en dolorosa.

En 1988, se aprueban los estatutos y reglas de gobierno de la hermandad, adoptándose como titulo el de Venerable Hermandad de Caridad y cofradía de Penitencia de los Desamparados y Patriarca Bendito Sr. San José. En aquellos tiempos no se tenía aún la imagen del Cristo de la Sangre.

La imagen actual de Ntra. Sra. de los Desamparados, fue encargada su talla al isleño artista de la gubia Alfonso Barraquero, quién después de entregarla y ser bendecida en marzo de 1997, fue a sustituir a la que salía con el titulo de La Merced, que volviendo a tener su antigua advocación fue guardada en la capilla para posteriormente y en fechas muy recientes darle culto en un altar para ella construido.

La nueva talla de la Virgen de los Desamparados procesionó por primera vez, en la madrugada del Viernes Santo del año 1997, que era en principio el día de su salida a las 01,00 horas. Ese mismo año la hermandad se reunió en cabildo de hermanos, en el que se decidió cambiar la hora de salida a la de actualmente por la tarde.

En la Semana Santa del siguiente año, ya pudo salir en su nuevo horario y además acompañado del Santísimo Cristo de la Sangre, que saldría a hombros de hermanos de la cofradía en el lugar que debería hacerlo el paso que todavía no lo tenía. Este crucificado también es obra de Barraquero, quién también realizó la talla de la figura de María Magdalena, que al año siguiente, 1999, ya pudieron salir en un hermoso paso de crucificado. Paso que hoy día aún no está terminado, y que se ha celebrado cabildo, muy recientemente, para decidir si se guarda la tradición isleña y se barniza o por el contrario se dora como es ahora la moda del estilo sevillano.

Se da una especial circunstancia en esta cofradía por lo que su momento cumbre es la salida de la capilla, o mejor dicho del túnel de acceso tanto a la capilla como al patio del antiguo hospital, y es que el paso, una vez fuera, y a los sones de la música de capilla, – no lleva banda de música – al pasar por una tribuna que se instala en la plaza de San José con los bancos de la iglesia, en donde se sientan las ancianas del que es el nuevo hospital y residencia, los cargadores mueven el paso girándolo y poniéndolo frente a esos bancos lo mecen como muestra de honor y respeto a las ancianas.

Cuando sale el paso de palio, que lo hace agachando mucho los cuerpos y al sonar del himno nacional, que normalmente les toca la Banda de música del Nazareno, que sale tocando desde el patio interior del hospital, hoy colegio, también se le gira y se mece mientras dura la pieza musical en curso, a esa tribuna improvisada. No hay que decir que el momento es apoteósico en cuanto a sentimentalismo se refiere, pues esos momentos son muy aprovechados por los saeteros que en una plaza tan pequeña se suelen lucir por el buen sonido que queda guardado entre sus paredes.

También luce mucho esta cofradía bajando la calle González Hontoria y por la carrera oficial por su orden y seriedad. Y ya solo queda decir que el momento de la recogida es igualmente sentido que la salida, pues se realizan las mismas maniobras de los pasos a las ancianas de la residencia, pero en esta hora de recogida lo hace en la puerta de la dicha residencia. Me he saltado el decir que el año pasado, 2008, esta cofradía pasó por las siete revueltas, donde un gran número de publico la esperaba porque desde sus inicios, hacía varios años que no pasaba, este año 2009, no ha pasado por este recinto, y no se sabe si en años posteriores volverá a pasar por tan emblemático circuito.

Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva
Abril 2009