La plaza, el mercado de abastos
En la Isla la denominación que utilizábamos como «La Plaza» era para referimos al lugar donde nuestras madres y mujeres acudían para la compra de los «mandaos» diarios. Sabemos distinguir si nos referimos a la plaza como «mercado», o la plaza de plazoleta, donde jugábamos y tomábamos el sol, que nos daba ese color característico de los cañaillas.
Desde que la Isla se convirtió en Villa de la Real Isla de León, han existido carnicerías y plazas de hortalizas situadas a la entrada y salida de la población y en el centro de la misma, que abastecía el suministro de nuestros antepasados.
Se conoce la existencia de una carnicería en la Plaza de la Iglesia. Una Plaza de verduras en la entonces «Plaza de las Tres Cruces» (hoy alameda Moreno de Guerra), y la primera Pescadería situada en el muelle del Zaporito, que recibía los pescados procedentes del muelle de Gallineras y verduras y hortalizas que entraban por el caño.
Motivado que durante la guerra de la independencia se construyó un nuevo mercado en la Placilla Vieja, (Colegio M. Roldán) y la plaza del Zaporito era frecuentada por el pueblo y al ser este muelle, punto estratégico con batería de defensa, el Ayuntamiento optó trasladar «la plaza» al centro de la ciudad en la Palza del Rey, y posterior traslado detrás del Ayuntamiento. El traslado permitía el decoro, la limpieza y comodidad en la Plaza del Rey más idóneo para los señores de la Regencia que se encontraban en la Villa.
En la década de los veinte del Siglo XIX, volvió la pescadería de nuevo al Zaporito que anteriormente, se había instalado en las mediciones de la calle Santiago y Pérez Galdós. Con ella también se trasladó la verdura. No fue hasta el último cuarto del mismo siglo, cuando definitivamente se hace el traslado de «La Plaza» a la espalda del Ayuntamiento.

frutas y veduras
En la última mitad del siglo pasado, recordamos a Luís Muñoz, Amores; Bernardo; Félix; El Pía; Galea; Carrisales; Román; Becerra; Los Bernardos (Cojo Lata y el Titi); Paco «el lechón»; Chano «el barby»; José y Sebastián «Quinientos»; Antonia»La Pinga»; Miguel»La Lola»; Antonio y Matías «el Guerra»; Juan «El Lechero»; María «La Chiclanera»; Manolo «Mochila»; «Los Virués»; «LA Chata»; Félix; «La Nina»; «La Pupe»; Clavaín; Conde; Rosario Valverde; «El Peña»; José «Flima»; Pinea; Melchor; Marina; Juan «El Chato»; Juan «El Caquín»; Manolo «El Cojo»; «El Camomo» Angelita y Cistóbal «de las naranjas»; «El Tio de la Azuquita»; Rosario «La Ranga»; Antón; Canaleja padre; Velázquez; Chaves; Dabaña «la de los ajos»; Francisco y Angelita Galea; Cristobal Bulpe; Joselillo «El Chato»; Fajardo; Manué «de la Regional»; «El Nene»; Chano y Felisa «la de las naranjas»; Antonio y Joselito Sandoval; Paco Bey; Isabel y Lola «de los Canaleja»;Isabel «La Pintorra»; Los Saldivas; Rafael y Paco Butrón; MAría «La del Chulo»; Mariquilla «La Vieja»; Camomo y Palma abuelos, Rafael y Pepito el nieto; «El Vito»., Vicente.

carniceria y recovas
Chano Gómez y su «manteca colorá»; Agustín «el de los chicharrones de Pomar Rubío Matías; Manolo «Majanillo»; José «El cerillito»; «Luingui»; Juan «Velilla»; Diego «Viguilla»; Eduardo Coto; Paco y Antonio Vargas; María «del rubio Suárez»; Antonio Palomo; Manuel, Lili, y Nono Suárez; María «La Chiclanera»; Tomás;
José Manolo y Francisco Campo; Manolo «el chulo»; Pedrín y Jaime «Catalan»; Antonio y Justo Amores; Amores «el gordo»; El Boni; Pepe Rosa y Pepe «el Pía».
En Recova: Kiko Campos; Felipe Gómez «el nene» y Manolito Gómez; Zoilo; Juan Aragón; Manolo «el de las cabras»; Miguel y Maruchi.
pescaderia
Los Cañas; Los Pelaos; Los Collantes; Los Bey; Los Bonfantes; Los Púas; Los Pajaritos; Los Paquiqui; Los Sierras; Maldeleva; Miguiñez; Asensio; Ricardo; Joselito el atacando; los Olvera.
Con ellos desaparecieron los pregones que su fin era llamar la atención de las clientes hacia sus productos en ventas. ¡¡Niñaaa qué rica pescailla tengo hoy¡¡¡. ¡¡Anda guapa, llévale este sargo a quién más quiere¡¡¡.
Los pregones de la pescadería marcó un estilo propio de estos hombres.

alimentacion y varios
Enrique Conchas «el de los pucheros»; Angelillo; Manolo y Ramona «de los garbanzos»; Angel Guevara; Jesús y Eusebio Ruíz;
Los azafraneros Filipin y Nieves; Rosario, Manolo y Lequi «de la loza»; El aflidador «el corchonero»; Blanco «el de los huevos»; Rita «la de la alucema» Noriega; Paco López y Juan «los lecheros»; Bernardo y «el levante».
En la Cantina:
Luís y Antón; Paredes; Paulino y Emilio é Inés, la mujer de paulino.

el barrio
Pero «La Plaza» no sólo lo componían los mentados y los omitidos. Aquellos comercios que existían a su alrededor Las Urekas (panaderías); Las Posadas de Pomar y Ventura junto con «la Posá» (hoy existe un supér sol); La Alhóndiga (la espuma); la Carbonería de Eduardo Maza (hoy Ríos); Paco y Chano Churreros; Joselito «el ditero» y calzado «La Española»; El horno «los Milagros» (hoy todo a 100); las chucherías de Juan Martín «La Uva»; Manolo el de «los hilos y quincalla»; Las de Marta con sus juguetes, colonias y brillantinas; sorpresas y novelas. Vicente; El Sosiego; El Resbalón y El Batacazo; la Carnicería de Rubio Matías (hoy la artesana); la papelería Oneto; Calzados Cabrera; Los lapidarios; Casa Narciso; La Popular (compañía eléctrica en calle Cervantes); Casa Máximo confecciones; Manolo Carranza y Casa Nanay, cada uno en una de las cuestecillas; y por supuestos, los municipales que prestaron servicio en ella, Antonio Delgado «el Caí»; Iganacio Camacho; Salvador Escolar; Francisco Oliva; y José Mármol Fernández, entre otros.
En la Isla, también existió el mercado de La Paz. Los que también perduran hoy de La Bazán y San Antonio se encuentran en las mismas circunstancias que la «Plaza Vieja».

la vieja plaza
Esta Plaza permaneció unos años en contrucción debido al derribo interior de la que se inauguró en 1927.
A primeros de siglo XX, la idea de construir una plaza en el orden que la ciudad demandaba, llevó durante unos años el ir y venir de proyectos que no cuajaban los presupuestos económicos.
El Alcalde sr. Vazquez Delgado a designado numerosos B.L.M.(besa la mano = circular), a los señores que ofrecieron cantidades en Abril de 1923, para celebrar la colocación de la primera piedra del Mercado de Abastos, que entonces no llegó a realizarse, rogándoles tenga la bondad de manifestar ahora que un hecho la adjudicación de la obra, si el donativo de entonces está dispuestos a suscribirlo ahora.

El Güichi de Carlos. Historias de La Isla.
Colaboración de Miguel Conchas, Puesto nº 5 /2004 del Mercado Central