La Hermana Florentina Fuentes.
No hace falta ser isleño/a o cañaílla de nacimiento para ser “gente de la Isla”. San Fernando que es rico en costumbres y culturas ajenas, ha sido y es por la pluralidad de personas que han vivido y viven entre nosotros y que su lugar de nacimiento ocurrió más allá del Puente de Zuazo y Río Arillo.
Uno de estos casos y que se consideraba como “gente de la Isla” ocurrió en la persona de nacida en la provincia de Cáceres en un pequeño pueblo o aldea que se encuentra cerca de la turística ciudad de Trujillo.
La Hermana Florentina Fuentes llegó a San Fernando allá en los difíciles años treinta (1933) y pasó entre los cañaíllas toda la posguerra y los peores momentos del tiempo de la hambruna. Religiosa de la Congregación de las Carmelitas de la Caridad fue una de “aquellas monjas” que cuidaban a los enfermos en el entonces Hospital de San José en la plazoleta del mismo nombre y que cuando salían a la calle se le solicitaba la mano para ser besada. También fue una de “aquellas madres” que pedían limosnas de puerta en puerta. Dicen que cuando se trasladó la farmacia municipal -se encontraba en el Ayuntamiento en el túnel que se comunicaba la Plaza del Rey con la calle Calderón de la Barca- al Hospital de San José, la hermana Florentina se hizo cargo de suministrar los medicamentos realizando con fórmulas y conocimientos adquiridos que calmaba el mal de cuantos allí se encontraban y, los que asistían a la Casa de Socorro que allí existía. La Hermana Florentina colaboró estrechamente con los médicos de “aquellos tiempos”, los doctores D. Cayetano Roldán, D. Celestino Rey y tantos y tantos practicantes, farmacéuticos y boticarios de entonces.
En 1957 es destinada a Cádiz y no vuelve a regresar a San Fernando después de tiempo en Toledo y Carabanchel hasta el año de 1970. Pronto sería inaugurada la nueva Residencia de Ancianos en los bajos de la calle Tomás del Valle y Florentina, al igual que el resto de las Hermanas, continúa al cuidado de las personas más necesitadas de amor y cariño para hacerles placenteros los días y aliviar los dolores, y a veces la soledad.
En 1991 a propuesta de la Asociación de Mujeres Salineras es aprobado por el Pleno Municipal el nombramiento de “Hija Predilecta de San Fernando” en reconocimiento a su trabajo entre nosotros. La Hermana Florentina llegó a celebrar en 2005 sus 75 años al servicio de la Comunidad. Falleció recientemente en el mes de mayo de 2007 alcanzando los 98 años de edad.

De regreso a San Fernando en la década de los setenta, por aquello de que éramos vecinos, conocí personalmente a la Hermana Florentina que fue una institución tanto en la Comunidad como en la calle. Un ejemplo de persona que siempre tuvo una sonrisa y palabras de aliento para con los necesitados y demás. Últimamente tenía noticias de que se encontraba siempre con ganas de hablar y disfrutaba con todas las personas que le visitaban en la Residencia. Pero nadie puede decir que la Hermana Florentina Fuentes Fernández, un día se quitó el hábito o dejó de cumplir alguno de los votos de; Pobreza, Castidad y Obediencia.
El güichi de Carlos.-
Octubre 2007.