Los cerillitos – San Fernando
El contingente militar en San Fernando era de varios miles de personas rondando por las calles con las incidencias que ello conlleva. La Jurisdicción militar siempre distinta a la civil, disponía de su propia patrulla que se denominaba “policía militar” y patrullaba en evitación o intervención de cualquier altercado producido por personal de tropas de Marinería é Infantería de Marina. El Ejército de Tierra tenía su propia “P.M”. El recorrido normalmente de estas patrullas eran las calles de la Isla que el personal militar tomaba de ida o vuelta hacia los Cuarteles.
Es sabido que ciertos jóvenes al encontrarse fuera de casa se muestran con un comportamiento distinto al normal. También es verdad que con esa edad, unida a la analfabetización que en la década de los cincuenta aportaban la mayoría, y el sentirse libre de los cánones militares, mezclados con el vino de cualquier güichi y el resentimiento de haber estado encerrado en el Cuartel los tres meses del periodo de instrucción, de vez en cuando la liaban.
Cuando esto ocurría, primitivamente la patrulla de los “P.N.” (policía naval) y posterior «P.M.» (policía militar) uniformados de Infantería de Marina, ancho brazalete rojo en el brazo con las iniciales en negro “P.M.” y un ridículo ¿casco? blanco, pertrechados en un viejo Jeep o Land Rover (vehículos militar) acudía y si era necesario se llevaban al alborotador directamente a empujones hasta Capitanía General, donde tenían el cuartelillo de vigilancia.
El hecho de “estrenar” aquel espantoso ¿casco? y el primitivo uniforme de la Policía Naval que consistía en traje y chaqueta gris, en semejanza a unos cerillos con papel de cera color gris y cabeza blanca, vino a recordar a los entonces muy utilizados “fósforos” (cerillos). La cerilla hoy poco usual, en aquellos tiempos todos los fumadores llevaba una caja de 40 fósforos en los bolsillos. En las cocinas se utilizaban para encender las “torcias” de petróleo de los viejos infiernillos.
Los “CERILLITOS” con el tiempo, allá por la década de los ochenta, y debido a la influencia que siempre ejerce la T.V. en la vida cotidiana, comenzaron a llamarles “Calimero”, por una serie de dibujos animados cuyo protagonista un pollo tenía sobre su cabeza la mitad del cascarón del huevo que le vio nacer, muy parecido al hortero ¿casco? que los P.M. utilizan.
Para los jóvenes de aquellas décadas siempre serán: los CERILLITOS. También estos militares fueron llamados los PENES por las iniciales P.N que les identificaban.
El güichi de Carlos.
Colaboración de Hurtado Egea.