El Lunes Santo, es un día de colorido, es un día especial, es el Lunes de Oro de la Semana Santa de San Fernando, pues con la puesta en procesión de esta cofradía isleña, -El Ecce Homo- se llena la calle de ese olor característico que la identifica, como es el incienso por la calle ancha, que se mezcla con el del azahar de los naranjos de esta calle, (Maestro Portela), que sirve de camino obligado de paso para las tres Hermandades, por lo que en diferentes horarios, se pueden presenciar los tres desfiles procesionales, por la calle más cofrade de la Isla.
La primera cofradía que tiene su paso por la C/ Ancha es la de los Afligidos, que a eso de las 19,00 horas aproximadamente, recorre toda la calle, hasta torcer por C/ Manuel Roldán y salir a La curva de Capitanía que sale a la C/ Real, para dirigirse a la Carrera Oficial. Impone verla por todo ese recorrido, antes de meterse la cruz de guía por la Carrera Oficial. La segunda Hermandad que usa la calle Ancha es la del Medinaceli, que a las 23,30, Aprox. Pasa por el mismo recorrido anteriormente nombrado, para entrar en su templo, a la 01,30 de la madrugada, (todos estos horarios son aproximados, no cogerlos al pié de la letra). Bueno pues solo queda el pasar de la cofradía del Ecce Homo, por esta calle que lo hace detrás del Medinaceli, y es cuando va “de recogía” para su templo pastoreño, por lo que esta cofradía disfruta de la calle Ancha, aprox. a las 23,45 horas, siguiendo por Mariana de Pineda, Santo Domingo, etc…. Hasta su templo. No se pierdan, la recogía del Ecce Homo, os la recomiendo.
La cofradía de Ecce Homo San Fernando
Bueno, hablemos un poco de la Cofradía del Ecce Homo. Esta Hermandad fue creada en el año 1956, por un grupo de comerciantes de San Fernando, los cuales se fijaron en la Hermandad del mismo nombre, pero de la Capital Gaditana que era muy antigua y respondía al gusto de los comerciantes isleños, quienes diseñaron la hermandad como una “fotocopia” de la de Cádiz.
Desde el color de las túnicas hasta el tipo de paso, con las imágenes de un Cristo con el torso desnudo y con corona de espinas, además de llevar las manos atadas y sujetando un cetro de caña, y que es mostrado al pueblo por un soldado romano, detrás en segundo plano, figura Pilatos, en el momento que dice He ahí a este Hombre, no encuentro en él culpa alguna.
Las primitivas imágenes de Jesús y de la Virgen Ntra. Sra. de la Salud, fueron talladas por Castillo Lastrucci y fueron donadas en 1975 por la Junta de Gobierno de entonces, a la Iglesia de la Encarnación del pueblo granadino de Lanjarón, con quienes se formalizó un protocolo de Hermanamiento. Estas imágenes, que son en la actualidad muy veneradas por la población Granadina, fueron sustituidas por las actuales que las
tallara el prestigioso escultor isleño, artista de la gubia, Alfonso Barraquero.
En esta foto hecha por mí en la Iglesia de la Encarnación, del pueblo granadino de Lanjarón, podemos ver las antiguas imágenes titulares de El Ecce Homo isleño.

Hay un dato muy curioso, en esta cofradía y es que en los años 60, más o menos, la Junta de Gobierno decide nombrar Hermano Mayor Honorífico, al entonces Jefe del Estado español, sí, al mismísimo Caudillo, Al Generalísimo Franco Bahamonde.
Por eso en esta hermandad desfilaba en la Presidencia delante del paso de misterio, El militar de más alta graduación, el Almirante, Capitán General Jefe de la Zona Marítima del Estrecho, que iba en su representación, y por eso llevaba también su escolta y su séquito, así como también le correspondía una Sección o un Piquete, de Infantería de Marina con su banda de cornetas y tambores, y dando escolta al paso la Escuadra de Gastadores. Toda esta fuerza militar, era unos años del Tercio del Sur, y otros pertenecían al Tercio de Armada (TEAR).
Además de esta representación militar iba también en representación del Caudillo, El Gobernador Civil de la Provincia de Cádiz, y claro con él, le acompañaba el entonces Alcalde de San Fernando, con los maceros de librea, y todo esto daba un cierto aire de solemnidad y grandeza a nuestra Semana Santa aires que siempre fueron muy nuestros y eso hacía que los desfiles procesionales tuvieran un acento propio, algo que lo hacía diferente y único, no entro en la discusión de si es mejor aquí que en otros sitios, pero si puedo decir que estuvo catalogada nuestra Semana Santa, como la tercera en importancia, por el número de cofradías por habitantes, por el orden que llevaban, por el estilo tan peculiar de llevar los pasos, y por el enorme gentío que siempre llenaba las aceras de todos sus itinerarios, y por muchos más detalles difíciles de enumerar todos aquí.
Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva
Abril 2009