El tranvía en San Fernando, 100 años (I II y III)
Relatar la historia de este medio de transporte y comunicación, el cual convulsionó nuestra sociedad de comienzos del pasado Siglo XX, sería imposible de resumirlo en un breve artículo periodístico. En tal caso se está llevando a cabo una ardua labor de estudio e investigación sobre el tema en cuestión, del que en breve nacerá todo un interesante libro, sobre los primeros proyectos para implantar dicho medio de comunicación en nuestra ciudad, que nació en el año de 1861, al unísono de la inauguración de otro no menos e interesante medio de locomoción como fue el del ferrocarril.
Pues bien, aquellos primitivos proyectos, de los cuales ninguno prosperaron en cuanto a implantar dicho medio de transporte público en nuestra Ciudad de San Fernando, fueron numerosos y muy curiosos, y todos tienen su punto de partida hacia atrás o hacia delante, desde el día 14 de Marzo de aquel Año de 1906, del que en breves días celebraremos el primer centenario de la puesta en funcionamiento del tranvía en nuestra Ciudad. Entre esta fecha y sus inicios, existieron numerosos proyectos; algunos de los cuales y de forma breve, se detallan a continuación.
Año de 1861. Proyecto de tranvía de tracción de sangre o animal, para enlazar la zona de la Avanzadilla del Arsenal de la Carraca, con el centro de nuestra Ciudad. Fue peticionado por D. Mariano Ballesteros, en representación de la Compañía de Ferrocarriles de Sevilla a Jerez, y a Puerto Real.
Año de 1.872. En este caso dicho solicitante y proyecto era de D. Eduardo Pedreño y Campi, natural y vecino de Cádiz. El sistema a emplear era idéntico al anterior en cuanto a la tracción. Dicho proyecto fue visto en cabildo de fecha 15.03.1872, en el cual se autorizó se construyera, y su concesión lo fue para un periodo de noventa y nueve años. En tal caso la intención era la de unir igualmente la zona de la Avanzadilla con la Plazuela del Carmen, a través de un recorrido urbano por nuestra Ciudad, que discurriría en su mayor parte por la entonces Calle Constitución (actual Real). En el año de 1873, cuando ya había finalizado parte de su trazado, se anuló su concesión por problemas originados en su construcción y que motivaron numerosas quejas de vecinos de la zona del Cristo y especialmente de los caleseros de nuestra Ciudad por la mala colocación del tendido de sus vías, y las molestias que estas producían, para la circulación de sus vehículos. Llegando incluso dejar aflorar parte de los cimientos de algunos edificios de la Plaza del Cristo viejo.

Año 1873. Proyecto de D. Joaquín María Pery, natural de Santiago de Cuba y vecino de nuestra Ciudad, el cual solicitaba se le concediese autorización municipal para enlazar el mismo recorrido que el del tal Pedreño y Campi, mediante la fuerza de bestias de tiro y por el mismo periodo de vigencia; tampoco prosperó.
Año de 1875. Lo presentó D. Manuel Valverde de Lanuza, vecino de Madrid, para enlazar la estación del ferrocarril mediante la fuerza animal, del otro lado del paso a nivel dentro de la Población de San Carlos, hacia la zona de la Avanzadilla. Este proyecto no llegaría ni a aprobarse.
Año de 1875. Proyecto curioso y detallado presentado por D.José de Mañez Ponce, natural de Puerto Real y vecino de Madrid, Capitán de Navio retirado de la Armada Española del Cuerpo de Ingenieros. Este proyecto al igual que los anteriores pretendía ser movido por la fuerza animal, y enlazaría igualmente la zona de la Avanzadilla con la Plaza del Carmen, tras un recorrido urbano interesante y detallado.
A pesar de iniciarse su construcción y haber solicitado el peticionario, hasta seis prorrogas, no pudo ver la luz; pues fue anulada su concesión por incumplimiento del contrato de parte del solicitante, en el año de 1.883. En este al igual que el de Pedreño y Campi, se detallaban aspectos tales como: recorridos y tendidos de vías, cuadras para las bestias, tarifas, los empleados y los salarios de estos, los costes y sus materiales empleados, y un sin fin de interesantes temas, que sería bastante largo de narrar.
La mayoría de los proyectos anteriormente citados, tenían la intención de atravesar el viejo y actual paso a nivel férreo existente en la estación y desde este punto acceder a la Población de San Carlos y a la Avanzadilla del Arsenal de la Carraca. Nunca se consiguió tal despropósito ya que el único tranvía que funcionó dentro de nuestra Ciudad, llegó hasta el lugar más avanzado de nuestra geografía local, y de hay su nombre de “La Avanzadilla”, utilizando para ello el popular puente de piedra ostionera de cantería, sobre el tendido férreo en el Camino de la Cruz hacia el Barrio de la Casería de Ossio, construido entre los años de 1.857/61, por la misma empresa ferroviaria que construyó e inauguró el tendido férreo y su primitiva estación el día 13 de Marzo del Año de 1.861.
Año de 1.881, el Vicecónsul Belga en Algeciras, y en nombre de una empresa de dicha Nación a la que este representa, se dirige en oficio hacia nuestro Consistorio, al objeto de solicitar su apoyo y una subvención, para la instalación de un tranvía a vapor, que enlazaría las Ciudades de Algeciras y la de San Fernando. Este proyecto fue uno de tantos que pretendieron sin lograrlo, el crear una línea férrea por la Costa Atlántica Gaditana.
Año de 1.882, se tiene conocimiento oficial de la solicitud formulada por el Consistorio de la vecina Villa de Chiclana, en cuanto a la petición de esta del primer tranvía que tendría que haber enlazado Chiclana con San Fernando y Cádiz. Nuestro Ayuntamiento de forma oficial se adhirió a dicha solicitud, ante el Gobierno de nuestra Nación, aquel mismo año.
Año de 1.888, nuevo proyecto curioso y acompañado de un detallado plano, para enlazar San Fernando con Chiclana, mediante un tranvía a vapor; siendo su recorrido distinto al anterior. Este se iniciaba en Chiclana y discurría por parte de la actual carretera general hacia el desaparecido Puente de la Victoria; que aún no había sido construido. En dicho lugar se perfilaba construir uno metálico para salvar el Caño del Zurraque, y desde allí a través de salinas y esteros, bordearía al viejo Puente de Suazo en sus dos costados, para acceder a la estación de ferrocarril de San Fernando. En este, se proyectaba construir dos nuevos puentes metálicos para salvar el Caño de Sancti Petri, en dos distintos y distantes puntos entre sí. Lo de bordear en sus dos costados al Puente de Suazo, consistía en la existencia de dos carriles diferentes en dicha zona: uno para acceder a San Fernando hasta la estación del ferrocarril, y el segundo de retorno desde este punto hacia Chiclana y retornar a esta, a través del anteriormente citado trazado, y llegar desde este, al casco urbano de dicha Villa Chiclanera.
1895 – 1904
Año de 1.895, se presenta el más interesante al menos para mí de aquellos proyectos presentados ante nuestro Consistorio Municipal, para instalar en nuestra Ciudad un novedoso tranvía, que habría de unir Cádiz con San Fernando y la Villa de Chiclana, dotándolo de un pequeño ramal hasta la estación del ferrocarril de nuestra Ciudad. El artífice del mismo fue un curioso personaje que a pesar de su valía y especial sabiduría, la inquina envidia de la raza humana, cruel y despiadada truncó. Se trataba de D. Aniceto Manuel de Abásolo y Rosas, natural de Castro Urdiales (Santander), de profesión Ingeniero de Caminos; quien ideó el más audaz de todos los citados proyectos presentados. En primer lugar la tracción presentada era de vapor, para posteriormente modificarla empleando los acumuladores eléctricos inventados por su gran amigo y también malogrado sabio marino y honra de nuestra Patria, D. Isaac Peral y Caballero, con quién llegó a participar en una sociedad. Este segundo proyecto de tracción es sumamente curioso y original; pues la fuerza para crear la electricidad la originaban unos molinos de mareas de nuestra zona. Al morir D. Isaac Peral en aquel aciago año de 1.895, D. Aniceto de Abásolo, nuevamente modificó la tracción por la energía creada a partir de centrales eléctricas convencionales.
Tratar el tema de D. Aniceto de Abásolo es una cuestión de justicia que alguien tendría la obligación de aclarar algún día. Pues a pesar de haber sido el más original, barato y seguro; jamás vio la luz. Incluso fue visto y estudiado, por la Comisión al efecto creada por el Congreso de los Diputados, donde se aprobó su concesión y refrendo posterior de la entonces Reina Regente de España Dª. María Cristina en el mes de Febrero del año de 1.900.
En el año de 1.900, se le concede a D. Enrique Moreau, subdito francés con domicilio en Paris, la concesión por parte del Gobierno Español para instalar un tranvía entre las Ciudades de Cádiz a San Fernando con ramal a la Carraca; omitiendo enlazarla con la Villa de Chiclana. Este proyecto se presentó en el año de 1.899. A pesar de las graves críticas y de los movimientos populares originados en las tres poblaciones citadas que fueron elevadas hasta el Gobierno Español, mediante algo más de dos mil firmas de los vecinos de estas, a las cuales no se les hizo el menor caso, y la gran perdedora fue Chiclana, que jamás vio prosperar sus sueños de poseer su tranvía, a pesar de haber sido la primera en solicitarlo; mucho antes que las demás citadas.
En el año de 1.901 fallecen los autores de estos dos últimos proyectos, D. Aniceto de Abásolo y D. Enrique Moreau. La Viuda del segundo Dª. Valentina Godillot, como heredera de su finado esposo adquiere sus derechos, y se encarga de poner en marcha la construcción de su trazado; comenzando las obras aquel mismo año. Pero el representante de la Sra. Godillot el Sr. D. Luís Sánchez Cuervo, peticiona en dicho año al Director General de Obras Públicas, el modificar parte del proyecto presentado y aprobado oficialmente en los siguientes términos: el ancho proyectado de 1´44 metros de vía, pasaría a ser de 1´00 metro; también llamado ancho métrico en el argot ferroviario. Los postes fuera de las poblaciones pasarían de ser construidos en mampostería y metálicos, para pasar a ser de madera y así abaratar los costes de su obra. Otro de los cambios proyectados fue el sustituir el carril tipo “Vignole” por el denominado “Broca”. La respuesta dada a tales pretensiones, por parte del responsable del Ministerio de Fomento, fue el permitir tan solo la modificación para el nuevo ancho de un metro; las demás fueron desestimadas.
En el año de 1.904, la concesionaria que estaba obligada para con el Estado, en construir y llevar a buen puerto las obras ya avanzadas para la puesta en funcionamiento de dicho tranvía, se dirige a través de su representante legal, el Sr. D. Luís Sánchez Cuervo a solicitar una prorroga de dos años para culminar su obra. Al parecer una de aquellas obligaciones era la de construir una central eléctrica, para suministrar fluido al tranvía. Al parecer la Srª. Godillot no estaba por la labor y quedó comprometida oficialmente en no hacerlo, siempre y cuando no faltase dicho fluido al tranvía procedente de otra central. A pesar de serle concedida dicha prorroga como pidió, en el año de 1.905 revertió sus derechos sobre la concesión, construcción y explotación de aquel tranvía a la por entonces recién constituida Sociedad Anónima del Tranvía de Cádiz a San Fernando y la Carraca, comprometiéndose en la obligación de culminar su trazado con la línea hasta Chiclana; lo cual y por ambas partes, jamás se cumplió.
La nueva empresa prosiguió la construcción del trazado del tranvía y finalizó su obra en el tiempo para ello previsto, en dichas labores y en lo referente al trazado que afectó a nuestra Ciudad, trabajó arduamente nuestro por entonces Ingeniero Municipal el Sr. D. Juan Carbó y Ure, a quien por parte de dicha empresa concesionaria, le fueron por sus trabajos abonados sus sueldos; pues este celebre funcionario municipal, accedió a ocupar tal plaza, allá por el ultimo cuarto del Siglo XIX sin derecho alguno sobre retribuciones..
Continuará…
Juan José Maruri Niño
Publicado en San Fernando Información marzo 2006.
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