Monumento ecuestre al isleño General José Enrique Varela. Hijo Predilecto de la ciudad, según acuerdo municipal de 13 de junio de 1923.

Bilaureado con la Cruz de San Fernando por méritos de Guerra que le fue impuesta por el Rey ALFONSO XIII en Sevilla el día 15 de octubre de 1922.

En 1929, en Pleno Extraordinario del Ayuntamiento, acuerdan dirigir al Gobierno de S.M. rogándole que le releve del compromiso de cederle en el centro de la Plaza de Alfonso XIII para la erección de un obelisco a las Cortes de 1810 si no lo llevan a cabo, a fin de poderlo ceder a la Junta Pro Monumento Varela que lo solicitan para erigir un monumento al Laureado Coronel e Hijo Adoptivo de la Ciudad.

El monumento es construido en 1948 con donativos del pueblo en reconocimiento a su trayectoria militar que ingresó en el año 1909.

General Varela
El General Varela. Fotografía www.elguichidecarlos.com

Diversas polémicas ha levantado este monumento cuando algunos no ven más allá de la realidad que siente el pueblo por ser parte integrante del conjunto monumental de «La Isla» y el reconocimiento a un militar isleño, como tantos otros tienen su lugar en la ciudad.


Homenaje al General Varela

Dentro de muy pocos días quedará constituido el nuevo Ayuntamiento y podremos saber quienes serán los hombres que han de regir, durante los próximos cuatro años, el destino de nuestra ciudad. Atrás quedaron ya la campaña electoral con sus promesas, la jornada de reflexión, y el.día en que los isleños con su voto, eligieron a sus posibles representantes. Ahora estamos en el momento de los pactos, o en el «intercambio de cromos», como definía esta situación hace una semana, mi compañero en estas páginas, Germán Caos.

Cuando estos pactos sean una realidad, muchos isleños nos preguntaremos que va a ocurrir con algunos temas en los que parecen discrepar las distintas fuerzas políticas que componen nuestro Ayuntamiento, y más concretamente las que formarán el equipo de gobierno, tras los citados pactos. Podríamos poner como ejemplo el derribo o restauración del Mercado de Abastos, o el emplazamiento definitivo de ese aparcamiento subterráneo que La Isla está necesitando con tanta urgencia. En este último caso parece que existen dos posibilidades: o se hace bajo el nuevo mercado o bien en la plaza del Rey, lo que supondría la desaparición o cambió de emplazamiento del monumento al general Varela. Mientras esperarnos a ver en qué queda esto, vamos a dedicar los recuerdos de esta semana a la figura de nuestro paisano don José Enrique Varela Iglesias, ya que un II de junio del año 1923, fue objeto de un homenaje por parte de sus paisanos, con motivo de habérsele concedido la segunda Cruz Laureada por su campaña en la guerra de África. Para recordar este homenaje lo mejor es acudir a la prensa de la época, concretamente al Heraldo de San Fernando del día 12 en el que aparece un amplio reportaje del acto, que comienza con estas palabras:

«A las 5 de la larde de ayer conforme a invitación circulada por los organizadores de este popular homenaje señores don Ángel Cousillas y don Manuel Pece Casas, acudieron al domicilio de nuestro querido paisano señor Varela, numerosas personas deseosas de presenciar el acto de la entrega al homenajeado, del sable de honor, fiador y álbum con las firmas de los señores donantes». A continuación viene una amplia relación de los asistentes al acto, entre losque hemos de destacar al arcipreste don Antonio Macias Liñan; general de la Armada Excmo. señor don Manuel de Dueñas; fiscal del departamento don losé Sanfeliú; director del tranvía don Leopoldo Vitini; capitán de Carabineros don Felipe de Santos; farmacéutico don Francisco Escuín y fotógrafo don Antonio Quijano. Entre los periodistas podemos citar a don Enrique Llamas director del’ Heraldo de San Fernando; don Manuel García Bozano por la Correspondencia, de San Fernando; don Joaquín Fernández director de El Mensajero de Jerez, don Gaspar Fernández de León por Diario de Cádiz, don Alfredo Roca por La Voz y don José Amat por San Fernando Arlístico.

General Varela
Homenaje de los isleños al General Varela al haber conseguido la segunda Cruz Laureada.Fotografía de Quijano publicada en San Fernando Información en junio de 1995.

«Asisten también en la penumbra de la habitación colindante un precioso ramillete de lindas muchachas, verdadero símbolo de la belleza y del amor que palpita en esta bendita tierra; verdadera fragancia de mujer que tan modesta como entusiásticamente quisieron sumar los encantos de su presencia a la majestad del acto».

Tras este párrafo tan característico de la época, el cronista entra en el relato del desarrollo del acto, que comienza con: unas palabras del señor Pece Casas, «con vibrante acento, velado por la más intensa emoción», que omitimos por su extensión y que terminaba así: «Y ahora en nombre de todos, un estrecho abrazo, hijo predilecto de La Isla, caballejo de San Fernando y a usted señora madre del héroe, afortunada madre, o usted nuestros respetuosos saludos y nuestros deseos de que pueda ver a su hijo de general del Ejército español».

Terminado el discurso del señor Pece Casas, éste hace entrega del sable y álbum de firmas al General Varela, quien agradece el homenaje con emocionadas palabras. La amplia crónica que cubría toda la primera página del Heraldo, terminaba así: «El señor Varela obsequió a todos los señores concurrentes con delicados fiambres, pastas, vinos, helados y habanos servidos por camareros del acreditado restaurante La Mallorquína. Por el fotógrafo señor Quijano, se impresionaron diversas placas del acto». Al margen de esta crónica tenemos la relación de gastos e ingresos, escritas de puño y letra del señor Cousillas, algunas cuyas partidas nos parece curioso señalar. La recaudación por suscripción popular fue de 1.381,10 ptas, y entre los gastos digamos que el sable costó 610,15, y el álbum 125 ptas. Hay una partida que dice: «Carruaje y propina al niño que llevó la caja, 5,00 ptas» y otras, «honorarios del fotógrafo: 12,00 ptas».

Hasta aquí el recuerdo de aquel homenaje que el pueblo isleño dedico al entonces capitán de Regulares don José Enrique Várela Iglesias, cuyo monumento preside nuestra plaza del Rey desde hace casi cincuenta años. Al margen de otras consideraciones y sin ánimo de polémica, creo que muchos isleños no verían con muy buenos ojos que cambiara esa imagen habitual de la citada plaza. Como decíamos al principio todo dependerña del resultado de esos pactos, y de los hombres que durante los próximos cuatro años han de regir los destinos de nuestro pueblo que por supuesto tiene otros problemas más importantes que el cambiar o no, una estatua de su lugar habitual. Si hemos tratado este terna, ha sido simplemente porque hoy se cumplen setenta y dos años de aquel homenaje que un grupo de isleños dedicaron a nuestro paisano don José Enrique Varela Iglesias.

Joaquín Quijano
Publicado en San Fernando Información
Junio de 1995.