Todas las asociaciones cristianas de San Fernando, que tienen por objeto dar culto a Jesucristo y María, bajo una determinada advocación, son denominadas indistintamente Cofradía o Hermandades.
La mayoría de estas asociaciones en su título contemplan la denominación de Cofradía y Hermandad conjuntamente. Un ejemplo claro y cercano es el título de Cofradía/Hermandad del Perdón: «Hermandad y cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo del Perdón u nuestra Señora de la Paz«.
Por otro lado el de la Cofradía Hermandad de la Soledad es así: «Venerable Hermandad y Antigua Cofradía de Penitencia de María Santísima de la Soledad, Santísimo Cristo de la Redención descendido de la Cruz en su traslado al Sepulcro y San Juan Evangelista». Y así tantas otras.
Incluso el ente que reúne a las cofradías/hermandades se denomina Consejo de Hermandades y cofradías.
Ahora, cabría la pregunta, ¿Es lo mismo Hermandad que Cofradía?
Según la prestigiosa Gran Enciclopedia Larousse, Cofradía es una asociación eclesiástica, cuyo fin es acrecentar el culto público. Toma su nombre o título de los misterio de la religión cristiana, de las fiestas del Señor o de la virgen o de los Santos, o del fin de la asociación.
Por otro lado, para la misma publicación, Hermandad es Cofradía, congregación de devotos.
Vemos que, en realidad, Cofradía y Hermandad se consideran lo mismo.
Hermandad y cofradía son términos usados indistintamente por todos. Decimos: «Me voy a la Cofradía», e igualmente: «Me voy a la Hermandad».
Cuando normalmente se oye hablar del mundo cofrade, pensamos en el mundo «pagano» de las Cofradías/Hermandades, pensamos en el color de las flores del paso, en la marcha que toca la banda, en el determinado mecido de los cargadores, si el incienso es bueno o malo, etc.
Quizás el matiz pagano sea lo que muchas veces critican nuestros detractores.

Cuando escucho la denominación de Hermandad, encuadro el lado humano, menos artificial de este mundo, y lo veo más valioso.
Desde luego, debemos dar culto a nuestros titulares. Pero seguramente a éstos les da igual el número y color de las flores que se les ponga, la determinada banda de música que lleven en su salida procesional, la clase de velas, el color de la túnica, etc. Pero seguro que no les da igual, el respeto y aprecio que tengamos con nuestros compañeros, nuestra comprensión hacia los que sufren, el amor que tengamos hacia el prójimo, etc. Lo que siempre se ha llamado «Hacer Hermandad con la Hermandad».
Nosotros, los que pertenecemos a estas benditas asociaciones cristianas, ante todo somos cristianos y por ello debemos considerarnos hermanos unos de otros. Jesucristo no decía sed «cofrades», pero sí indirectamente sed «hermanos» ya que nos dejó el mensaje de: «Amaos los unos a los otros, como yo os he amado». Y eso lo llevan a la práctica los hermanos.
El término misterio, aparece en el diccionario de la R.A.E. como «cada uno de los pasos de la Sagrada Vida, Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, cuando se consideran con separación». Asimismo, designa cualquier representación con imágenes de las Sagradas Escrituras o escena de significado místico.
Se entiende por Pasión los últimos acontecimientos de la vida de Cristo en la tierra, desde la entrada Triunfal en Jerusalén hasta Su Sepultura.