Aquella carrera oficial

Calle Rosario. Nuestra principal calle comercial de San Fernando durante bastantes décadas en “aquellos tiempos” era por excelencia y méritos propios la carrera oficial. Todas las Cofradías existentes excepto El Perdón, que volvía a la casería desde la calle Ancha, realizaban sus desfiles procesionales por esta calle hoy (2006) prácticamente abandonada excepto por tres cofradías que la incluyen el recorrido totalmente desde García de la Herrán hasta la calle Colón.

La inclusión de la calle Constructora Naval por una Cofradía hace años, ha sido repetido por otras tantas en detrimento de la calle Rosario. Igual ocurrió con las siete Revueltas, aunque nada tenga que ver con la carrera oficial.

La Sociedad de Fomento organizaba y cobraba las sillas de tijeras colocadas para presenciar el paso de las Cofradías como asimismo en la Plaza de la Iglesia para ver al Nazareno, desde años atrás. Esta Sociedad promocionaba junto con el Ayuntamiento el acto del pregón y cartel anunciador de la Semana Santa que sus directivos distribuían por los comercios.

Desde las esquinas de imprenta “La Voz” y refino de “los Domínguez”, hasta la confluencia de la calle Colón almacenes Blanco o Los Dardanelos, la sillas pegadas unas con otras en doble fila, cubría toda la carrera oficial exceptuando las esquinas de las calles 24 de Septiembre; González Hontoria, Callejón de Quevedo, Murillo; Juan de Mariana y Requeté de España por un módico precio de 5 pesetas. La recaudación total de la Semana Santa del año 1968 llegó a las 18.000 pesetas. Este importe fue entregado por la Sociedad de Fomento a la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento para su distribución a las Cofradías, según estimara oportunamente el municipio, para sufragar los cortos fondos que estas disponían.

Antigua carrera oficial - San Fernando
La actual calle Rosario. Al comienzo de la década de los noventa dejó de ser la Carrera Oficial. fotografía www.elguichidecarlos.com

La calle Rosario en aquellos años estuvo abierta al tráfico de carros, carretas, bicicletas, coches y hasta por allí pasaba el “chulo”.

La calle por las mañanas hacía su normal vida comercial y de circulación, cortando camino desde la calle Colón a la torta de la Plaza.

A partir de las 3 de la tarde, volvían las sillas a tomar posesión de la calle. Un guardia Municipal se encargaba de no dejar pasar vehículos algunos.

El Güichi de Carlos.

Marzo 2006