Tenemos noticias, de momento, que en el último cuarto del siglo XIX se hablaba de la tradicional costumbre de celebrar los To Santos o de celebrar <Los Todos Santos>, en donde las muchas familias acudían al mercado a realizar las compras de los típicos productos de la época para consumir en las casas. Semanas antes ya se venían realizando las ventas para abastecer, entre otras, la degustación de frutos típicos del otoño, allá en nuestro Cerro de los Mártires.
En aquellos tiempos la prensa nos habla de poca asistencia de público al mercado, con las consiguientes quejas por parte de los detallistas. Los primeros años del siguiente siglo son de iguales situaciones, más aún, con la repercusión económica que supuso los desastres militares del final del siglo en Cuba y Filipinas, en los estamentos militares. La economía de San Fernando se basaba prácticamente en el cobro constante de las nóminas militar.
Hay que recordar que no fue hasta el año de 1927, cuando se inauguró el Mercado de Abastos de la población, detrás de nuestro ayuntamiento, que anteriormente de haberse celebrado el <Día de los tosanto> sería al aire libre, en cualquiera de los lugares por donde se instalaron los puestos de ventas.
Fue a finales de los años 50 del siglo pasado, una vez pasado el tiempo de <la hambruna> y la cartilla de racionamiento, cuando la festividad de <lo tosanto> adquiere mayor dimensión en cuanto a su participación de los asentistas y asistencia de público. Los puestos se adornaban con motivos populares ocurridos en el año, más bien con noticias nacionales que locales.
Entre los finales años sesenta y primeros de los setenta, ya contábamos con tres plazas de abastos, aunque la verdad es que tanto la de San Antonio como la de La Paz se denominaban como Mercado, y no como <Plaza>. Se recuerda las escenas creadas por los asentadores de puestos con ocasión de la boda del rey Balduino de Bélgica con la española Fabiola; no así, la imitación de la boda de la hija de Franco en 1950. Artistas como Lola Flores y las escenas de los cantes y peleas con Manolo Caracol. Rapahel con su chaqueta al hombro; Rocío Jurado con su pechera (con pechugas de pollos), etc.etc. No faltaban las menciones a las chirigota, comparsa y cuartetos de Carnaval. Sobre la Semana Santa no, de eso no podía ser, al igual que los curas y compañías. Los populares programas de TV. También fueron objetivos: Bonanza, La Casa de la Pradera, J.R., A Todo Ritmo, Eurovisión, etc. fueron dejando lugar para Heidi y Marcos, los Payasos de la Tele, El Equipo A, etc.

El Ayuntamiento solía aportar cantidad suficiente como para cubrir los gastos de carteleras, adornos de los mercados, personal de limpieza, etc. Aunque a las gentes de la plaza siempre les parecía poca la asignación.
Las tardes noches de los días 31 de octubre, víspera del 1 de noviembre, cuando no era domingo, las plazas solían abrir sus puertas por las tardes, con todos sus puestos adornados y con historias protagonizadas por gallinas, conejos, cerdos, verduras y hortalizas, etc., según la actividad profesional del puesto. Las gentes comenzaban a llegar y llenar los grandes pasillos que entonces existían. Como quiera que la mayoría de los frutos de la época solo se solía comer en ésas fechas, allí acudía la Isla para abastecerse y recordar los sabores que desde el año anterior no se saboreaban.
Para dar mayor relevancia a la fiesta, en cada mercado se elige a la <Dama de la Fiesta>. Hacemos mención a las elegidas en el año de 1968. Este año ocurrió una noticia mundial que ha supuesto un gran adelanto en la medicina y que abrió la puerta a mayores investigaciones médicas, tanto que se salvan vidas gracias a las manos de profesionales en la medicina. En la fotografía adjunta realizada por Mirador de San Fernando, se observa el 1º Premio sobre el trasplante de corazón.

En aquel 1968, los premios otorgados en las diferentes Plazas de la Isla y nombramiento de “Dama de la Fiesta” recayeron en:
- Plaza San Antonio: Señorita Paqui González Romero del puesto nº 49, y consiguieron premios los puestos:
- nº 18 de José Coto Prián 1.500.00 Ptas.;José Fraga Pérez, 750.00 Ptas.y el nº 51, Josefa León Torrejón 500.00 ptas.
- En el Mercado de La Paz; Elegida la señorita Pepi Montes Rivas y consiguieron premios los puestos:
- nº 55, AntonioMarín León 1.500.00 Ptas.;El nº 59, José Díaz Pérez 1.000.00 Ptas.;y el nº 32 de Manuela Dubois Amet con 500.00 ptas.
- Mercado Central: Fue elegida la señorita Antonia Morales Orrequía del puesto nº 93; y los premios se repartieron entre los puestos:
- nº 81, Felipe Gómez Pino, 1.500.00 Ptas.;puesto nº 98, Bernardo Roncero Asencio, 1.000.00 Ptas.;Francisco Campo Acedo, 750.00 Ptas. ,el nº 19 de Luís Muñoz 500.00 Ptas.y el nº 19 de Villa Maruja, 500.00 ptas.
En el año de 1983, el Ayuntamiento (la denominaba como Fiesta de los Mercados) con clara ignorancia de la tradición local, aportó la cantidad de 170.000 pesetas, suficientes para el pago de megafonía, carteles anunciadores, premios exhorto de puestos, etc.
En aquella década, a los tradicionales: castañas, las pilongas, membrillos, almendras, piñones, boniatos, graná (sic), nueces, palmitos, sin olvidarnos de nuestro rico higo chumbo, se vino a unir ciertas frutas tropicales como el kiwi, fruto como el pistacho, que anteriormente ni las conocíamos.
En estas fechas fue tradicional para el gremio de los carniceros comenzar con la matanza anual, al igual que ocurriera en las salinas y los despesques con las primeras lluvias de noviembre.

El traslado de los puestos al Mercado Provisional en la calle Colegio Naval Sacramento en 1996 y la inauguración de nuevo de la Plaza en el año 2000, tras la construcción del nuevo edificio enfrió la fiesta. Se recuperó el festejo de nuevo hasta que llegó la maldita crisis económica, que al igual que ocurrió en toda la ciudad, la plaza fue cerrando puestos.
Hoy en día, quizás la baja asistencia a la <Plaza> central sea debido, entre otros, a que durante todo el año podemos comer la mayoría de los frutos, otros no. También se une la existencia desde 1992 de grandes centros comerciales que nos traen los alimentos todo el año desde <la conchichina>, amén de las ganas de las gentes de la Plaza. Curiosamente en la de San Antonio se viene celebrando con gran asistencia de público.
Con la celebración e introducción de <Halloween>, que no debería ser competencia para anular la fiesta de los <Tósanto>, excepto que arrastra mayor número de público en la misma fecha, es posible que también se haya convertido en la decadencia de lo tradicional. Es precisamente <Halloween>, que no es festejo tan distanciado al nuestro, excepto que el primero ese celebra con alegría y el segundo con lágrimas y penas. Halloween a disfrazado a mayor número de personas que el propio Carnaval, con la tradición que también tiene. Es así. Se está popularizando e incluso el Ayuntamiento subvenciona más a las carabelas y calabazas, que cualquier otra fiesta tradicional.
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El Güichi de Carlos. Historias de La Isla.
Octubre 2018