Santo Entierro San Fernando

Es el turno ahora de hablar de la cofradía segunda más antigua de las que procesionan en San Fernando, y la tercera que sale en este día de Viernes Santo, se trata de la llamada El Santo Entierro, y que sale de la Parroquia carmelitana de Nuestra Sra. del Carmen.

La hermandad del Santo Entierro se funda en 1793 por el empuje de su creador el Padre Parodi, en la muy antigua capilla de la Salud, en el entonces llamado Barrio de las Chozas, en la salida de San Fernando para Cádiz, donde se construiría más adelante, la Iglesia conventual del Carmen y donde este Sr. Cura párroco de la capilla depositó una imagen de un Cristo yacente, en un altar para ella construido, cuando vino procedente
del Convento de Ntra. Sra. de la Concepción de la ciudad de Génova, en donde fue adquirida por este Cura Párroco.

Sin embargo, la cofradía se funda con una imagen que tenía la Hermandad de la Soledad construida por el escultor Vasco, que era Maestro tallador de mascarones de proa, de los barcos que se construían en los talleres del Arsenal militar de La Carraca, D. José Tomás de Cirartegui Saralegui, que es la escultura que aún se conserva y con la que sale en procesión en la actualidad. La primitiva imagen una vez fallecido el anteriormente citado párroco, pasó a un altar que hasta hoy se venera en la Iglesia Mayor Parroquial de San Pedro y San Pablo.

En 1830, la imagen del Yacente tallado por Cirartegui pasó a la nueva Iglesia de Nuestra Sra. Del Carmen, donde allí expuesta al culto ofrecía más comodidad a los fieles devotos. Sin embargo poco duraría la felicidad de disfrute en la nueva parroquia, puesto que en el año de 1835 debido a varios factores de economía y enfermedades epidémicas la cofradía estuvo a punto de desaparecer. En medio de esta crisis,
se perdieron varios documentos, excepto los estatutos de la fundación concebidos por el padre Parodi. La procesión salió hasta el año 1834, no haciéndolo el año siguiente.
El itinerario que seguía esta procesión era el siguiente: Salida de la Iglesia del Carmen, toda la calle Real, hasta la Alameda, entrada en la Alameda, por la calle Belén, hoy General Valdés, por delante de la casa del Capitán General, para seguir por delante del ayuntamiento, hasta la calle del Teatro, cogiendo a continuación por la calle del rosario, donde se incorporaba el cortejo de la Soledad, continuando hasta la calle San Juan
de Dios, Hoy Colón, hacia la plaza del Castillo, donde se separaba la procesión de la Soledad que volvía a su parroquia del Castillo. Desde allí seguía por toda la calle Real el Santo entierro, hasta su templo carmelitano.
Otras veces la procesión de la Soledad acompañaba a su hijo yacente hasta entrar en la iglesia del Carmen volviendo a salir al día siguiente, por toda la calle real con su cortejo y una comisión del Santo entierro, para recogerse en la parroquia de San Pedro y San Pablo. Antes lo hacía en la Iglesia del Castillo.

Desde 1832, la cofradía del Santo Entierro, tuvo una imagen de dolorosa, bajo advocación de Ntra. Sra. de la Soledad, situada en un camarín que la cofradía tenía en la Iglesia del Carmen, procedente también de la Capilla de la Salud, esta imagen de dolorosa se la conocía como la Virgen de los Dolores, cuando estaba en la antigua capilla de la Salud.

Desde esas fechas de 1835 en adelante la cofradía sufrió muchos vaivenes tanto económicos como de personal hasta que tuvo que suspender la salida hasta los primeros años del siglo 20, que se reanudó la economía y volvió a refundarse de nuevo y fue en 1942 cuando en cabildo celebrado por una nueva junta, aprobaron nombrar al Caudillo Francisco Franco, Hermano Mayor Honorario, por tal motivo, salía el Capitán
General del Departamento Marítimo, como militar de más graduación en representación del Generalísimo, esto conlleva que dicha autoridad militar, no fuese solo, sino que debería ir acompañado de los jefes de su Estado Mayor y unas comisiones de Jefes, Oficiales y Suboficiales, en uniforme de gala, También le corresponde una Compañía de Honores de Infantería de Marina, con Escuadra de Gastadores y Bandas de
Música y de Cornetas y Tambores.

Esto sucedía en Viernes Santo, hasta el año de 1956, que comenzó a salir en el Sábado Santo, hasta el año 1960, que retornó de nuevo al Viernes Santo.
La Cía. de Honores llegaba a la plaza del Carmen y se ponía con la Cabeza de la formación en dirección a la Alameda en frente de la Iglesia, y cuando llegaba el Capitán General, el cornetín de órdenes tocaba “firmes” y se le rendía los Honores de Ordenanza, la máxima autoridad militar pasaba revista a las fuerzas de Infantería de Marina, y luego se tocaba “descanso” dirigiéndose la Escuadra de Gastadores a las inmediaciones de la puerta de la iglesia donde en dos filas esperaban la salida del paso de la Urna del Yacente, para ponerse en sentido de la marcha a ambos lados del paso, y darle escolta, al pasar el paso por delante de la Cía de Honores, se tocaba “firmes” y la banda comenzaba a tocar en ritmo de paso lento una marcha. Luego se separaba la de Música, que se iba a la puerta a esperar que saliera el paso de Virgen, para tocarle el himno nacional y acompañarla en su recorrido, pero antes, ya la Compañía y la Banda de Cornetas y Tambores se habían colocado tras el paso de la Sagrada Urna y se disponía a acompañar musicalmente al paso. Era brillante ver como la tropa, al toque de “Cambien Armas” se pasaban el fusil de un hombro al otro, marcando bien los tiempos, recibían muchos aplausos por ello. Así de pomposo y
brillante se dirigía este cortejo hacia la calle Rosario donde se encontraba la Carrera Oficial. Una vez pasada la procesión por la Carrera Oficial, se cogía por la calle Colón donde las dos últimas Secciones de la Cía. de Honores se desviaban al paso de dos tambores por la calle San Rafael camino del Tercio del Sur, Cuartel al que pertenecía esta fuerza de Infantería de Marina, la otra Sección de las tres que tiene una Compañía, continuaba su recorrido detrás del paso de la Urna, hasta su recogida en la Conventual del Carmen.


Más tarde, hasta los años 90, esta costumbre se fue perdiendo poco a poco, con el paso de los años, y hoy día aunque hay voces que piden que salgan los militares, tanto en esta procesión como en la del Corpus, creo que ya no volverá a repetirse.
Imágenes de la Urna que va en paso nuevo, desde hace unos años, este va con cargadores, mientras que el anterior iba a ruedas, empujado por dos hombres y conducido mediante un volante como si fuera un coche.
La fotografía de la derecha muestra la imagen de Nuestra Sra. La Virgen del Mayor Dolor en su Soledad. Se llama así por recordar a aquella dolorosa que había en la antigua Capilla de la Salud, y por recordar a la que tantos años saldría en esta procesión y que procedía de la Iglesia del Castillo, y que cuando se la trasladó a
la Iglesia Mayor Parroquial, siguió acompañando a su hijo muerto en la Sagrada Urna, hasta que se incorporó la actual «Soledad del Santo Entierro».

Para El Güichi de Carlos
Ligeros apuntes de nuestra Semana Santa.
La Semana Santa vista desde la acera
José Luís Leiva

Abril 2009